Las entidades que representan a los productores y agroexportadores de Argentina y del Mercosur, así como de otras regiones del mundo, consiguieron finalmente que la Unión Europea prorrogue la aplicación del polémico reglamento que iba a ponerse en vigencia a partir del 1° de enero de 2025 y que prohibía el ingreso al viejo continente de soja, carne y otros productos que no estén “libres de deforestación”.
Finalmente, la Comisión Europea escuchó los fuertes reclamos de los países productores de materias primas que se veían muy afectados por esta normativa, y dispuso que el reglamento finalmente se aplicará desde el 30 de diciembre de 2025 para grandes empresas, y a partir del 30 de 2026 para micro y pymes.
Esto, pese a que durante el fin de semana, voceros de la CE habían deslizado que el bloque no estaba dispuesto a ceder ante las presiones de sus naciones proveedoras, que ya habían empezado a plantear la posibilidad de realizar demandas ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El dilema para Europa era no menor, ya que con su propia producción no puede abastecer su consumo interno, y el riesgo de un conflicto comercial con el Mercosur, Estados Unidos y otras zonas que le exportan productos -y que ya habían entrado en terreno de intransigencia respecto a este tema- podía derivar en fuertes problemas.
REGLAMENTO ANTIDEFORESTACIÓN: LA NUEVA DECISIÓN EUROPEA
Concretamente, en un comunicado, la CE dijo que “refuerza el apoyo a la implementación del Reglamento sobre la deforestación de la UE y propone 12 meses adicionales de implementación gradual, respondiendo a los llamamientos de los socios globales”.
“La Comisión publica hoy documentos de orientación adicionales y un marco de cooperación internacional más sólido para apoyar a las partes interesadas globales, los Estados miembros y terceros países en sus preparativos para la implementación del Reglamento sobre la deforestación de la UE”, señaló.
Y agregó que, teniendo en cuenta la información recibida de los socios internacionales sobre el estado de sus preparativos, la Comisión también propone dar a las partes interesadas tiempo adicional para prepararse.
De todos modos, todavía resta que lo apruebe el Parlamento Europeo y el Consejo, aunque se descuenta que será así.
Dado que todas las herramientas de implementación están técnicamente listas, “los 12 meses adicionales pueden servir como un período de introducción gradual para garantizar una implementación adecuada y efectiva”, añadió la CE.
El resto de la declaración oficial se copia textualmente a continuación:
“Las orientaciones presentadas hoy proporcionarán claridad adicional a las empresas y a las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley para facilitar la aplicación de las normas, además del apoyo continuo de la Comisión a las partes interesadas desde la adopción de la ley.
Al mismo tiempo, la Comisión reconoce que tres meses antes de la fecha prevista de implementación, varios socios globales han expresado repetidamente preocupaciones sobre su estado de preparación, más recientemente durante la semana de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.
Además, el estado de los preparativos entre las partes interesadas en Europa también es desigual. Si bien muchos esperan estar listos a tiempo gracias a los intensos preparativos, otros han expresado preocupaciones.
Dado el carácter novedoso del EUDR, el rápido calendario y la variedad de partes interesadas internacionales involucradas, la Comisión considera que un tiempo adicional de 12 meses para la introducción gradual del sistema es una solución equilibrada para ayudar a los operadores de todo el mundo a garantizar una implementación fluida desde el comenzar.
Con este paso, la Comisión pretende ofrecer certeza sobre el camino a seguir y garantizar el éxito del EUDR, que es fundamental para abordar la contribución de la UE al apremiante problema mundial de la deforestación.
La propuesta de ampliación no pone en duda en modo alguno los objetivos ni el contenido de la ley, tal como acordaron los colegisladores de la UE”.