En 2023, las cadenas agroindustriales aportaron un 23,1% del total del PBI argentino, unos U$S 124.276 millones según calcularon desde la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).
Este número no es menor: uno de cada cuatro pesos que generó la economía vino desde el campo.
Nicolle Pisani Claro, economista Jefe de la entidad, sumó un dato que busca dar por tierra con ciertas ideas preestablecidas.
“Cabe destacar que en el caso de la producción primaria, el 50,6% es valor agregado, esto tal vez va en contra de la intuición donde se habla de agregado de valor en las etapas industriales”, sostuvo.
Y amplió: “La producción primaria en sí misma es agregado de valor, hay investigación detrás de cada semilla, hay trabajo en el seguimiento de cada animal y cada cosecha. Industrialización de los granos, las carnes y la leche que consumimos. Todos los eslabones agregan valor”.
EL AGRO EN LA “TORTA” DE LA ECONOMÍA
El estudio revela que las cadenas agroindustriales encabezan el ránking de aportes al PBi argentino, con un 23,1%.
En segundo lugar figura la actividad comercial (13,2%), seguida por la industria manufacturera no agropecuaria (12,3%); salud y educación (11%) y la actividad inmobiliaria, con 10,6%). En conjunto, representan el 70% del PBI argentino.
Informe @FundacionFada 👇
¿Cómo se cocina la torta entre el campo y la ciudad?
1 de cada 4 pesos de PBI vienen de las cadenas agroindustriales. Más del 50% de la producción primaria es VA ¿Qué se espera para este 2024?https://t.co/74UBGil7u3 @LuisBonetto pic.twitter.com/f3LKK6vHw8— Sembrando Noticias (@InfoSembrando) April 9, 2024
En este marco, al mirar en detalle a las cadenas agroindustriales, el informe detalla que la actividad comercial representa un 28,9%; la producción de alimentos ocupa un 22,9%; agricultura y ganadería un 15,3% y 12,3% respectivamente y los servicios conexos un 4,8.
“Si comparamos el aporte 2023 respecto al 2022 es posible ver que cayó 0,4 puntos porcentuales, pasó de 23,5% a 23,1%, esto es principalmente producto de la sequía que impactó en la producción agrícola en mayor medida y se traslada a otros eslabones como transporte y logística”, agregaron desde FADA.
EXPECTATIVAS PARA 2024
Para este año, Pisani Claro anticipó que las expectativas indican una caída del 4,1% de la actividad económica. En este contexto, señaló que el año se dividirá en dos partes, con un comienzo en donde la recesión será mas evidente y el PBI caerá.
La foto cambiará entre julio y septiembre y de acuerdo al Relevamiento de Expectativas del Banco Central, la reactivación será del 0,6%.
“Las condiciones pasan por lograr algún nivel de estabilidad macroeconómica, con menor inflación, emisión monetaria y gasto público, menor nivel de presión fiscal y trabas burocráticas, mayor inserción internacional y disponibilidad de crédito accesible y de largo plazo”, concluyeron.