El reporte de actualidad agro de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), de difusión cuatrimestral, en su última edición tiene uno de los capítulos dedicados a analizar cómo fue el impacto de La Niña en los diferentes sectores productivos del campo argentino.
En base a la encuesta que CREA realiza de manera periódica entre sus asociados, se determinó que, en general, más del 60% de las empresas sufrieron perjuicios por los momentos de sequía que provocó este fenómeno climático.
Para las diversas producciones regionales, los resultados fueron los siguientes:
CULTIVOS ANUALES
El 68% de las empresas CREA se vieron afectadas, con 50% al 70% de la superficie comprometida en todos los cultivos de verano.
Los más afectados fueron el maíz temprano (68% del área), sorgo (64%), y soja (60%).
Las zonas con mayor perjuicio fueron Litoral Sur (Entre Ríos), y Centro y Norte de Santa Fe.
GANADERÍA BOVINA DE CARNE
El 61% de las empresas registraron sequías, con efecto negativo sobre la disponibilidad forrajera, especialmente en Litoral Norte (Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa) y Norte de Santa Fe.
Las estrategias más utilizadas ante este escenario fueron anticipar el destete, incrementar la suplementación y acortar la recría.
YERBA MATE
Fue el sector con mayores daños: el 100% de las empresas esperan menor producción que en la campaña anterior, por el impacto de la sequía e incendios ocurridos en Misiones y Corrientes.
Y ese impacto se prolonga: para los próximos 2 años, el 40% de las empresas espera una menor producción.
FORESTALES
Si bien la producción forestal fue menos comprometida que la yerba mate, el 33% de las empresas dijo que aguarda una menor producción en esta temporada.
GANADERÍA BOVINA DE LECHE
Dos de cada tres (66%) empresas CREA registraron sequías, con incidencia negativa por estrés calórico, retraso en la siembra de cultivos para silos, pérdidas de producción de los recursos forrajeros y caídas en la producción individual.
GANADERÍA OVINA
El 84% de las empresas sufrieron problemas por la falta de lluvias; fundamentalmente, se comprometió la disponibilidad forrajera.
La estrategia más utilizada fue aumentar las ventas, seguida de un incremento en las suplementaciones.