A excepción del real de Brasil, las monedas de Chile, México y Argentina se apreciaron el jueves luego de que China revaluara su moneda en 2,1 por ciento, tras una década de paridad cambiaria con el dólar y varios meses de presiones políticas y de los mercados financieros.
Aunque algunos analistas consideran que la medida de China es insuficiente, se prevé que de continuar revaluándose el yuan, los países latinoamericanos podrían observar en el largo plazo una mejora en la competitividad de sus exportaciones.
“Tenemos el efecto derivado de la apreciación de la moneda china, que aunque es menor, implica un principio de flexibilidad y eso debiera ayudar a las monedas latinoamericanas”, dijo Gustavo Cañonero, economista para América Latina de Deutsche Bank en Nueva York.
Sin embargo, analistas coinciden en que la mayor fuente de apreciación de las monedas latinoamericanas continuaría siendo los atractivos retornos que ofrecen instrumentos como los bonos soberanos de México y Argentina, que han logrado captar la atención de inversionistas extranjeros.
“En general, creo que la historia no cambia mucho en el sentido de que siguen siendo monedas con fuertes flujos en cuenta corriente, sobretodo en el caso de Brasil, y con un atractivo diferencial de rendimientos”, dijo Rafael de la Fuente, analista de BNP en Nueva York.
En Argentina, en tanto, se prevé que el gobierno siga deteniendo una mayor apreciación del peso por las compras oficiales de dólares, a fin de sostener el tipo de cambio nominal cerca de los 3,0 pesos por dólar y mantener su competitividad frente a otras monedas.
Especialistas consideran que las monedas latinoamericanas perderían su ímpetu y comenzarían a depreciarse ante la divisa estadounidense hasta el cierre de año. “Lo que empieza provocar un poco de cambio en el horizonte es la antelación de lo que va a ser un ciclo bastante activo en Latinoamérica en el 2006, con elecciones presidenciales en muchos de los grandes países”, agregó Cañonero.