La aprobación de la trigo HB4 (tolerante a la sequía y resistente a la aplicación de glufosinato de amonio) movió el abispero en el país como en Brasil, uno de los importantes del trigo argentino (el 50% de las exportaciones argentinas del cereal).
“Desde hace unos 30 años, este tema ha sido objeto de análisis por parte de la comunidad científica internacional, gobiernos y consumidores de países que tienen una fuente esencial de alimento en el trigo”, inicia el comunicado de trigo, Abitrigo, la asociación brasilera que representa a la industria de ese país.
Asimismo cita que “en una encuesta interna realizada por Abitrigo a molineros brasileños, el 85% no estaba a favor de utilizar trigo transgénico y el 90% dijo estar dispuesto a detener sus compras de trigo argentino, si comienza la producción comercial en ese país y exporta a Brasil”, indica.
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Por su parte, también la asociación admite que no se identifica en los consumidores brasileños interés en las soluciones transgénicas, por el contrario, “existen manifestaciones publicadas por asociaciones de consumidores con restricciones en el uso de estos productos transgénicos”, señalan.
Finalmente, concluyen que Abitrigo “hace pública su posición contraria al uso de esta fuente alternativa de generación de alimentos” y agregan que el trigo argentino representa, aproximadamente, la mayor fuente de suministro.
“De esta forma, siempre se apoyó el avance de la investigación científica del trigo en Brasil, que prioriza la seguridad alimentaria en sus desarrollos, siempre en línea con las demandas de los consumidores, sin descuidar los factores de productividad necesarios en el campo”, reflexionan.