Una de las cualidades que genéticamente tiene un empresario rural es el pensamiento sistémico, o sea, la capacidad de ver los distintos aspectos de un asunto y de buscar las causas que explican el comportamiento de las cosas, en este caso, de nuestros negocios.
Es necesario usar nuestra “mirada perimetral” para incluir aquella información que no está en el centro de nuestra atención pero que igualmente podemos captar. Los empresarios pueden acceder a ella exponiéndose personalmente a la “organización informal” y a los canales complementarios.
De esta forma, la información estructurada y formal puede convalidarse con la percepción informal para detectar así oportunidades.
Esta diversidad es necesaria aún en organizaciones muy establecidas y estructuradas para romper el efecto de “torre de cristal” en la que la inercia burocrática suele encerrar a los niveles directivos de las organizaciones.
¿CÓMO PODEMOS MEJORAR NUESTRO MANEJO DE INFORMACIÓN?
Hay cierta información comercial, productiva, de mercados, climatológica, etc. que tiene resonancia directa con el corazón del negocio. Estos temas conforman los “imanes” que atraen nuestra atención.
La delimitación de lo que interesa conocer tiene dos riesgos: el limitar demasiado –perderíamos información de valor para el negocio- o el limitar muy poco –nos llenaríamos de información innecesaria.
Surge así el dilema de la libertad y la eficiencia: la observación de “todo lo que ocurre alrededor” es un esfuerzo inútil y anárquico; debe encontrarse algún punto de armonía: una “libertad de observación pautada”.
Las observaciones estructuradas referidas al núcleo de interés de la organización deben tomar la forma de un “tablero de control” y sistematizarse.
CÓMO CONSOLIDAR UNA “MIRADA PERIMETRAL” EN LOS NEGOCIOS
La buena costumbre de “caminar” la empresa, hablar constantemente con los colaboradores, visitar los campos, participar de una agenda abierta, atender personalmente a proveedores y contratistas, ir a congresos, viajar, conocer otras industrias, hablar con colegas, y en general tener la puerta abierta al contacto con todos los niveles de la cadena de valor es la forma más efectiva y directa de mantener despierto el feeling.
Es importante destacar el valor de los encuentros multidisciplinarios: ciertas observaciones solo adquieren valor cuando son ponderadas desde nuevas perspectivas y enfoques.
Por ejemplo: quien lleva la tesorería tiene diferente forma para entender un problema que el ingeniero agrónomo o que el responsable de impuestos.
Lo conveniente es, entonces, descansar sobre mecanismos de observación múltiple, compuesto por canales de tipo duro, nuclear y estructurado y otros menos rígidos y formalizados. Estos últimos son un complemento útil de los primeros agregando una dimensión distinta a la percepción. Tal vez exponiendo los mismos temas a diferentes miradas surjan vistas novedosas que nos hagan ganar donde otros no han mirado todavía.