La Mesa Argentina de Carne Sustentable (MACS) publicó un documento en el que remarcaron la importancia de eliminar los antibióticos promotores del crecimiento (APC) en la alimentación animal, para frenar la propagación de microorganismos resistentes.
Esta publicación coincide con la Semana Mundial de la Concientización sobre la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM).
En el informe citaron datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estiman que, si no se toman acciones urgentes, la RAM podría provocar 10 millones de muertes anuales para 2050, superando las cifras actuales de cáncer y otras enfermedades crónicas.
“El uso de antibióticos en animales destinados al consumo humano es una de las principales fuentes de este problema”, destacaron.
La RAM ocurre cuando los microorganismos se vuelven resistentes a los medicamentos diseñados para eliminarlos. De acuerdo con un estudio publicado en The Lancet, en 2019 se registraron casi 1,7 millones de muertes directamente atribuibles a la RAM, superando al sida y la malaria.
Un dato para tener en cuenta es que alrededor del 60% de las enfermedades infecciosas emergentes que se registran en el mundo proceden de los animales, tanto salvajes como domésticos. En las últimas tres décadas se han detectado más de 30 nuevos agentes patógenos humanos, el 75% de los cuales tiene su origen en animales.
UNA AMENAZA A LA SALUD PÚBLICA
El documento publicado por la MACS incluye el testimonio de profesionales vinculados a la medicina. En este sentido, reconocieron que la RAM se ha transformado en una de las mayores amenazas para la salud pública a nivel mundial.
De esta manera, infecciones que antes se trataban de manera efectiva ahora se vuelven complejas y difíciles de maneja.
“Sin antibióticos efectivos, estaríamos ante una era en la que infecciones comunes serían potencialmente mortales”, señaló Cecilia Ezcurra, jefa de Servicio de Infectología y Epidemiología del Hospital Alemán y miembro de la Comisión de Uso Adecuado de Recursos de la Sociedad Argentina de Infectología.
“La solución debe ser integral y seguir el enfoque de ‘Una sola salud’, que aborda de manera conjunta la salud humana, animal y ambiental”, agregó Ezcurra.
CAMBIO DE PARADIGMA EN LA PRODUCCIÓN
Leopoldo Estol, médico veterinario y director ejecutivo de la Mesa Argentina de Carne Sustentable (MACS), remarcpó la importancia de eliminar el uso de antibióticos promotores del crecimiento (APC) en la actividad ganadera.
“La producción de carne libre de APC es esencial para el futuro de nuestra industria y la salud pública global. Tenemos la oportunidad de adoptar un modelo sostenible que beneficie tanto a los mercados locales como a los internacionales”, mencionó Estol.
El profesional destacó que estudios recientes demostraron que una alimentación sin APC no solo protege la salud animal, sino que también mejora la calidad de la carne y reduce el impacto ambiental.
QUE PASA EN EL RESTO DEL MUNDO
El informe de la MACS reconoció que Países Bajos, Suecia y Dinamarca son referentes en cuanto a la transición de modelos ganaderos sin ACP. En esos casos, trabajan en planteos con alternativas naturales, como polifenoles, probióticos y aceites esenciales, para mantener la salud animal.
En Estados Unidos, los antibióticos solo se permiten bajo prescripción veterinaria, mientras que en la Unión Europea están prohibidos desde hace más de una década y en China comenzaron a aplicar reformas para reducir su uso.
Estos cambios han demostrado ser efectivos, permitiendo que las industrias de estos países accedan a mercados premium con alta demanda de productos libres de antibióticos.
Sergio Sánchez Bruni, investigador principal del CONICET y representante ante la Comisión Nacional contra la Resistencia Antimicrobiana (CoNaCRA), advirtió sobre las consecuencias de no actuar: “El mal uso, abuso y sobreuso de antimicrobianos en la medicina veterinaria y humana nos enfrenta a las puertas de una ‘era postantibiótica’, donde los tratamientos serán ineficaces”, enfatizó.
Según el profesional, es fundamental aplicar un enfoque responsable y controlado en el uso de estos medicamentos.
De este modo, el informe concluyó que el desafío de combatir la RAM no solo concierne a la medicina humana, sino que también involucra al ámbito veterinario y agrícola. En este sector, advirtieron que el uso indiscriminado de antibióticos para promover el crecimiento de los animales o prevenir infecciones contribuyó a la diseminación de bacterias resistentes.