La demanda mundial de leche en polvo entera se prevé en 862.000 toneladas para 2015, contra 1,08 millón en 2014, mientras que la mayor reducción estará en China.
Esto agrava la crisis del sector lácteo argentino, que va desde el campo hasta la industria. Los altos costos complican tanto a tamberos como a las industrias, al tiempo que los precios, por la menor demanda, suman malas noticias. El valor FOB de exportación desde la Argentina tocó un piso de u$s 1528 por tonelada para una partida de 600 toneladas de la empresa Verónica con destino a Brasil. La tendencia decreciente del valor de la leche en polvo local hace inviable colocar en el mercado internacional los excedentes, según un informe divulgado por el sitio Valor Soja.
El precio FOB promedio de agosto fue de apenas u$s 2.000 la tonelada y el FAS teórico, precio de paridad de exportación, no supera los $ 2,20 el litro, según ese estudio.
El trabajo explicó que “el valor FOB de la leche en polvo entera sigue derrumbándose sin encontrar aún el piso” y se ubicó 47% por debajo del precio registrado un año atrás, explicó el informe.
Las exportaciones argentinas de leche en polvo entera a granel, sin contar a Venezuela, declaradas en agosto pasado fueron de 4361 toneladas. El 47% y 41% del volumen declarado fue enviado a Brasil y Argelia respectivamente.
Los envíos argentinos de leche en polvo entera registrados el mes pasado a Venezuela que tiene condiciones especiales de compra sumaron 6032 toneladas a un promedio ponderado de u$s 4285 por tonelada.
Parte del malestar que existe en el sector radica que los elevados precios internacionales de la leche en polvo entera registrados en el primer semestre de 2014 no pudieron ser aprovechados por las industrias lácteas argentinas por las restricciones a las exportaciones. Según Valor Soja, esto “generó un impulso productivo en las naciones lecheras cuyo efecto inercial se mantiene” hasta hoy.
La producción en las cinco principales naciones lecheras del mundo Argentina, Australia, Unión Europea, Nueva Zelanda y EE.UU. ronda las 283,4 millones de toneladas contra las 282,7 millones de 2014.