La forestación es hoy un negocio que habría que mirar con los ojos bien abiertos y que puede ser, en un futuro, motor para la economía nacional.
Si Argentina capta el 10% de la demanda mundial, esto supone exportaciones por U$S14.000 M anuales. El país posee entre 18 y 20 millones de hectáreas con aptitud forestal y sólo se explota el 5%. Un millón de hectáreas implican 500.000 empleos. La actividad es demandante de mano de obra poco calificada, una solución para el problema de la desocupación. Como si fuera poco es un factor de equilibrio regional porque se desarrolla en provincias periféricas como Corrientes, Misiones, Jujuy, Salta y Tucumán. Lamentablemente para que el proceso de exportación sea viable es importante dar accesibilidad a las tierras que se pueden forestar hoy ya que se necesitan grandes inversiones en caminos, ferrocarriles y vias navegables pero aquellas se siguen haciendo esperar. La falta de cumplimientos en los reintegros del IVA son una de las mayores trabas que tienen los productores junto con el bajo conocimiento por parte de los entes públicos de este mercado que aún duerme a la sombra.
A largo plazo, Argentina debería replantearse su rol en el mundo como abastecedor de productos forestales en gran escala. Uruguay está siguiendo una política inteligente en este sentido, sin lugar a dudas, deberíamos seguir su ejemplo.
YANINA OTERO | infocampo@infobae.com