Según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), la sequía fue la principal causa por la que durante 2023, la lechería cayó 2% en relación a 2022.
Según datos aportados por la entidad a Infocampo, la producción alcanzó los 11.325,6 millones de litros de leche lo que significó una merma respecto a los 11.557,4 millones de litros de 2022.
Además, otro impacto significativo que dio origen al recorte, fue la suba generalizada de los costos productivos por la inflación y el contexto general de la economía del país.
En el mes de diciembre del 2023 la producción fue de 951,2 millones de litros de leche, esto implica un valor 5,3% por debajo del mes anterior (-8,3% en él promedio diario) y un 7,7% menos que igual mes del año anterior.
“Diciembre 2023 fue el mes de menor producción en diciembre de los últimos 4 años“, dice el informe.
El argumento es que generalmente, es un período donde los niveles productivos decrecen entre 5% y 6% respecto a noviembre en promedio diario. No obstante, el año pasado, el mes de diciembre superó todos los récords alcanzando una merca mayor al 8% respecto de noviembre.
LECHERÍA POR LAS PROVINCIAS
A pesar de este panorama adverso, en el informe OCLA destaca una resistencia notable en las unidades productivas de mayor tamaño, las cuales lograron sostener la producción a lo largo del año por encima de los niveles registrados en el período anterior.
En ese marco, la situación se diferencia entre las distintas provincias productoras. Tal es así que se puede observar, según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, que la producción en las provincias tuvo leves diferencias en su variación interanual y que el ponderado a tambo constante estuvo en torno a una baja de 0,4%.
Entonces, según los referentes, el restante 1,6% que completa el 2,0% de caída anual, se debió a una menor producción derivada de los tambos que salieron de la actividad.
“Si analizamos el comportamiento de la producción por estrato productivo, podemos observar que el estrato de más de 6.000 litros diarios de producción, estuvo solamente por debajo del año pasado, en el mes de diciembre“, admite el informe.
Por su parte los estratos, medio y más bajos presentaron caídas interanuales significativas durante todo el año y fundamentalmente en los últimos meses, con costos altos y sequías extremas.
BAJAN LAS EXPECTATIVAS EN 2024
Con el aporte de 25 industrias lácteas que procesan en su conjunto el 50% de la leche del país, el observatorio vaticinó otra merma productiva hacia 2024.
El pronóstico arroja una caída del 2,8% anual, alcanzando la producción en 2024 un volumen de 11.008,2 millones de litros de leche.
La lechería arrancó el año con una buena noticia: sigue recuperándose el valor de la leche en polvo
Esta proyección sólo trata de brindar una perspectiva para el año 2024, sobre la base de los datos disponibles al momento de efectuarla.
“Las condiciones de alta volatilidad e incertidumbre que seguramente caracterizarán el año en curso, pueden generar importantes diferencias respecto a los números proyectados, que iremos evaluando en la medida que ocurran”, dicen los expertos en el informe.
Para ponderar como ejemplo, el año pasado la estimación inicial para 2023 daba a cuenta una caída de producción del 0,73%, y por los fuertes efectos de la sequía se hizo una revisión en marzo/23 que arrojó una variación interanual del -4,7%, que luego se confrontó con el dato real del -2,0%.
Esto marcaría el segundo año consecutivo de merma y una aceleración de la caída del año anterior.
Los márgenes de los productores se han visto sometidos a una presión sustancial debido a la devaluación de la moneda, que ha elevado el costo de los alimentos concentrados y los insumos importados para los productores. Se espera que estos aumentos de precios reduzcan el crecimiento de la producción por vaca durante el próximo año.