Después de una semana de catastróficas caídas en los precios de los granos, esa pregunta me viene inmediatamente a la mente, y mi humilde capacidad de entendimiento, se nota no alcanza a comprender las ideas de los que definen los destinos de la producción.
Trato de buscar respuestas a por qué los productores agropecuarios vimos pasar a lo lejos el precio internacional del trigo a U$S190 por tonelada, sin poder acceder a él, situación que hubiese ayudado no solo a los productores, ya que es lícito y necesario tener rentabilidad en la producción, sino a las divisas del país (no es lo mismo liquidar una tonelada de trigo a U$S 190, que hacerlo a 140 como está hoy).
Me pregunto cuál es el objeto, para que más de cuatro millones de toneladas de trigo de los años anteriores estén en silos, mientras el mundo estaba necesitando de él y estaba dispuesto a pagar un precio justo. Y nosotros no solo no lo usamos, sino que dejamos que su calidad baje y ahora cuando el precio internacional baja, estamos pensando que nos va a sobrar, entonces abriremos los puertos para exportarlo a U$ 30 o 40 menos que lo que podríamos haber obtenido hace 90 días atrás. Hasta como anécdota es inadmisible.
Quien se hace responsable de semejante pérdida, para los productores y para el país? (140 millones de dólares) solo por capricho o por equivocación, no es excusable.
Qué mesa de los Argentinos cuidamos???, si no lo consumimos, ni lo usamos para generar divisas, ni para mejorar la balanza comercial, ni sirvió para la comunidad, ya que se pudrió en los silos, nadie lo compró, ni nadie buscó alternativas, y el pan continuó en aumento. Cabe aclarar que el trigo al productor se le paga lo mismo o menos que en el 2008, 4 años con el mismo precio!!!, aunque no lo crea, pero el pan vale 5 veces más en el mismo período. No creo que ningún sector de la economía hubiese aguantado, ni aguante, situación similar. Imaginemos un quiosco vendiendo cuatro años al mismo precio, con una inflación del 25 % anual??? .
Trigo que sobró y que, como decimos en el campo, “es harina que no se amasa y pan que no se vende”. Me parece que, frente a los ojos de un mundo que necesita comida, nos estamos dando gustos demasiado caros.
Por el mismo camino, vamos con el maíz, las pérdidas hoy también son millonarias, pero seguimos, sin ningún tipo de profesionalismo, jugando con los ingresos genuinos de los productores agropecuarios, con las divisas del país y con el hambre del mundo.
* Presidente de la Sociedad Rural de Pergamino