Tras un proceso largo y constante que se inició a principios de los 90 en los paises centrales, la clásica ingeniería agrícola orientada a la resolución de problemas relacionados principalmente con la maquinaria agrícola, las construcciones, movimiento de terrenos y riego viene sufriendo una constante ampliación e interacción con otras disciplinas.
La primera de las disciplinas con las que estrechó lazos fue la electrónica y los sistemas informáticos que se integraron a todos los componentes clásicos, además de intervenir en el desarrollo mismo de las investigaciones y aplicaciones.
A continuación se fue integrando una segunda área no tan emparentada como la primera que tiene que ver con todos los procesos netamente biológicos.
Paulatinamente, las más tradicionales cátedras de las principales universidades norteamericanas fueron incorporando el léxico y las disciplinas relacionadas con la bioingeniería y esto permitió que se lograra una difusión mayor de la vinculación.
Como ultimo paso, la centenaria asociación norteamericana de ingeniería agrícola ASAE cambió su nombre y sigla hacia ASABE. De esta manera, tomó como denominación la de sociedad para la ingeniería en los sistemas relacionados con la agricultura, los alimentos y la biología.
Lazos. Esto muestra el acercamiento y la interrelación existente entre todos los procesos relacionados con las ingenierías tradicionalmente llamadas duras y la biología que domina la agricultura y la generación de los alimentos.
Por estos días resultaría impensable diseñar un sistema robótico o mecánico de cosecha sin contemplar tanto la adaptación de los nuevos cultivares así como los efectos que ocurren en el proceso y que afectan tanto los volúmenes de producción como la calidad de los alimentos generados.
Capacitación. En la Argentina las industrias se están recuperando de la década del 90, pero hay un quiebre que les está costando superar: personal capacitado.
Por un lado, poseemos carreras agronómicas que se fueron tornando cada vez mas biológicas, pero requerimos del acercamiento de otras disciplinas como las ingenierías mecánica, civil y electrónica a este campo de manera de conformar verdaderos equipos transdisciplinarios que nos permitan generar nuevas tecnologías que nuestro sector agroalimentario está, demandando para superar barreras y posicionarnos ventajosamente en la producción de alimentos en forma sostenida en el tiempo.
Un nuevo reto lo presenta el medio ambiente con todas las nuevas carreras relacionadas con estos aspectos las cuales deben también interrelacionarse con los sistemas de producción, sus posibilidades, problemas y desafíos.
Ya debería ir pensándose en integrar a las carreras de ingeniería tradicionales materias y especializaciones relacionadas con el sector más eficiente y que brinda la mayor contribución en el ingreso nacional en estos momentos. Si queremos un crecimiento sostenido e importante para mejorar las condiciones y el nivel de vida de la población indudablemente deberemos enfrentar prontamente estos desafíos, ya que solamente desde la innovación tecnológica y la aplicación del conocimiento lograremos crecer en forma sustentable en el futuro.
Jorge Hilbert
Especial para Infocampo
