En los primeros diez meses del presente año la inflación en el vecino país acumuló un 4,1%, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Mientras que en Argentina fue de 6,6%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
En el pasado mes de octubre el INDEC declaró que la suba de precios fue del 0,7%. Al mismo tiempo, el IBGE dio a conocer una inflación del 0,3% en Brasil.
El mercado brasileño presenta en la actualidad un déficit de oferta de trigo que deberá ser cubierto con importaciones. El problema es que la política agropecuaria argentina generó distorsiones significativas en el ámbito del Mercosur ya que continúa virtualmente cartelizado luego de las sucesivas intervenciones oficiales implementadas en los últimos tiempos.
La intervención del mercado agrícola argentino se instrumentó con el propósito de contener los precios minoristas de los productos de la canasta básica alimentaria. Pero a pesar de haber planchado los precios internos de los granos, los valores de los principales productos consumidos en nuestro país experimentaron una notable suba en los últimos tiempos.