La dificultad para acceder al mercado de divisas impactó de lleno en la industria metalmecánica. El caso que disparó las alertas fue el de la firma Agrale, que anunció el cese de su producción ante este escenario.
A través de un comunicado, Agrale señaló que a partir de las nuevas disposiciones cambiarias implementadas por el Banco Central, su capacidad para realizar pagos al exterior -incluso por importaciones ya recibidas- se vio “fuertemente impactada”.
Bajo este panorama, Infocampo consultó a cámaras del sector, que reconocieron que esta situación afecta a la actividad.
La Asociación de Fábricas y Distribuidores Argentinos de Tractores (AFAT), que nuclea a las multinacionales del negocio, analizó el alcance de las decisiones del Central en materia de acceso al mercado de divisas. “Todas las medidas que afecten la provisión de componentes nacionales o importados impactan de forma directa e inmediata en la fabricación de maquinaria agrícola”, señalaron.
Por el lado de los fabricantes nacionales, sostuvieron que además de los problemas que genera la reducción en las importaciones, en las dos últimas semanas apareció un nuevo inconveniente: la falta de precios para la entrega de mercadería producida a nivel local, como el caso del acero.
“La expectativa de devaluación generó esta situación, nadie quiere vender a dólar oficial”, reconocieron desde la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA).
¿UN FRENO AL CRECIMIENTO?
Las fábricas de maquinaria agrícola se encuentran en un escenario favorable de ventas, con un crecimiento anual de 20% en el volumen de facturación a partir de 2021. El escenario favorable a nivel internacional para los granos y un mayor acceso al crédito impulsaron las ventas en rubros como tractores, cosechadoras, sembradoras y pulverizadoras.
De acuerdo a estadísticas oficiales, en el primer trimestre de 2022, las ventas en el mercado interno fueron de $44.177 millones, una suba de 74,8% en relación al mismo período del año pasado. Y según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA), el primer semestre cerró con un alza de casi 30% en los patentamientos.
En este marco, si bien la brecha cambiaria incluso incentivaba a los productores a comprar maquinaria, el problema que se vislumbra en el horizonte es que si esta situación se generaliza, podría no haber disponibilidad de equipos.
El impacto también será visible en el sector exportador, que tras el récord de ventas en 2012 (con una facturación de US$ 250 millones) perdió terreno y llegó a ventas de U$S 60 millones el año pasado.