El Índice de Actividad del Mercado Inmobiliario Rural (Incair) cayó 15% en julio con respecto a junio, y marcó así su primera baja luego de cuatro meses consecutivos de crecimiento.
En rigor, en junio ya se había observado una ralentización de las consultas y las operaciones, y esa tendencia se profundizó durante el último mes.
Según la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), la incertidumbre política y económica que afecta al país, afectó a la actividad sectorial.
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“La actividad cayó un 15% en relación al mes anterior, cortando el paulatino crecimiento que se venía dando en los últimos cuatro meses”, precisó la entidad.
Y amplió: “Los últimos cambios en el Ministerio de Economía impactaron de forma negativa en el mercado inmobiliario rural durante julio”.
En el informe del mes pasado, había advertido que la brecha cambiaria y la crisis del gasoil habían sido vientos en contra.
De todos modos, también subsisten algunos contextos favorables: “La alta inflación registrada en las principales economías mundiales y la firmeza en el valor de los commodities evitaron que la caída de la actividad fuera más pronunciada”, dijo CAIR.