Se cumplen 70 años de un sueño que nació entre cuatro investigadores de la Universidad de La Plata que imaginaban una agricultura moderna y sustentable y terminaron creando Gleba, una firma argentina de nutrición de cultivos que hoy integra el holding ANASAC, un grupo vinculado al negocio agro-industrial que diversifica sus actividades en protección de cultivos, sanidad ambiental, semillas, veterinaria, higiene e investigación.
Gleba tiene su planta industrial en la localidad de Melchor Romero, con una capacidad instalada de 5.000.000 litros/año, dividida en sus ocho líneas de producción de insecticidas, fungicidas, herbicidas, rodenticidas y geles insecticidas. También incluye un laboratorio de última generación que garantiza los estándares más altos de calidad en cada uno de los procesos productivos, y es miembro de la Red de Laboratorios reconocidos por SENASA.
“La estrategia que manejamos es la de poder brindar productos de distinta clase para distintos tipos de producción. Tenemos muchos productos para cultivos extensivos, pero también para economías regionales y cultivos intensivos, lo que hace que nuestra paleta sea muy variada y amplia”, le contó a Infocampo el gerente de Marketing de Gleba Agro, Joaquín Gutiérrez Calviño.
El directivo resaltó que, pese al contexto que desató la pandemia de Covid-19, las perspectivas de la firma en el país son buenas. “El campo no para, sigue produciendo y trabajando. Las perspectivas de precio y producción son buenas y somos optimistas. Queremos crecer en proyectos rentables para el productor y la compañía, por eso seguimos trayendo nuevos desarrollos”, expresó.
En un análisis de mercado, Gutiérrez Calviño señaló que en el primer semestre las ventas crecieron mucho, aunque remarcó que se dio “en relación a la incertidumbre por el tipo de cambio“. “Vemos un crecimiento vinculado a un anticipo para cubrirse por parte de productores y distribuidores más que de uso de producto a campo”, sostuvo.