En el último cuatrimestre del año, los números ganaderos en materia de producción no muestran sorpresas.
Si bien hubo un impacto por la seca durante el primer semestre de 2024, las cifras del sector transitaron en línea con los dos últimos años.
Pero más allá de este horizonte relativamente tranquilo, hay un dato que desde la cadena de valor observan con preocupación y que podría tener incidencia en la producción de terneros para 2025: la faena sostenida de hembras.
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De acuerdo al mercado ganadero de Rosario (Rosgan), entre enero y septiembre la industria frigorífica procesó 10,2 millones de cabezas y calcularon que finalizaría el año sobre las 13,5 millones de cabezas.
“Si la faena total se mantiene en torno a estos números y la cantidad de terneros incorporados este año se confirma en un número no muy lejano de los 14,68 millones informados como stock al 31 de diciembre de 2023, a priori, el balance general debería cerrar relativamente sin cambios”, destacaron.
Pero aquí se cruza en el camino los primeros nubarrones, que es la elevada participación de hembras en la faena que se registró durante todo el año y el rol que tendrá esta variable en la reposición de terneros, pensando en 2025.
¿MENOS TERNEROS EN 2025?
Por una cuestión estacional, la faena de vacas debería comenzar a reducirse. Pero al hacer zoom sobre los números de esa categoría, hay algunas sorpresas.
Al analizar los primeros ocho meses del año, la industria ya procesó 1,9 millones de vacas, sobre un stock que a principios de este año contabilizaba 22,4 millones de cabezas.
Esto marca un nivel de extracción de vacas del 8,4%, el segundo número más alto en los últimos quince años, y solo detrás del 9,1% registrado a igual fecha de 2023.
“Si a este dato sumamos el nivel de faena de vaquillonas, el escenario comienza a preocupar respecto de una retención de vientres que, hasta el momento, parecería no estar plasmándose”, advirtieron los rosarinos.
Con estas cifras y los datos preliminares de septiembre, proyectaron que la faena anual de vacas cerrará el año sobre las 2,7 millones de cabezas, mientras que en vaquillonas será de 3,8 millones de animales.
“De confirmarse estas proyecciones estarían reflejando un nivel de extracción de vacas que todavía resulta elevado, esto es casi 12 puntos del stock inicial contra un promedio calculado desde el año 2008 en torno a los 11 puntos porcentuales”, calcularon.
De esta manera, el derrotero de estas dos categorías plantea un gran signo de interrogación al momento de calcular como será la próxima zafra de terneros.
En un contexto dominado por la caída en la oferta y una mejora en los precios condicionada por el bolsillo flaco de los consumidores, las principales categorías en hembras no repuntan.
En el caso de vacas, la tasa de extracción de vacas muestra una tendencia a incrementa su ritmo, mientras que la reposición de vaquillonas mostró -en los dos últimos años- una tendencia declinante. Así, la “fábrica de terneros” comienza a mostrar algunos signos de agotamiento.
