La faena de bovinos para la industria frigorífica alcanzó a 910.000 cabezas en febrero último, prácticamente similar a la verificada en el mismo mes de 2016, de 913.000 cabezas; aunque 14% inferior a 1.065.000 que fueron los animales faenados en el primer mes de 2017, destacó un informe del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas ABC.
El análisis explicó que la baja mensual registrada responde al menor número de días hábiles correspondiente a febrero, cuatro menos que enero.
En cambio, destacó que “cuando se elimina está distorsión, surge claramente que la faena se ha mantenido prácticamente en igual nivel que enero”.
El informe subrayó que a partir del último trimestre de 2016, se observó una restitución en la tendencia de la curva de faena, la que ha tomado un curso positivo que se ha sostenido en lo que va de 2017.
Así, en el primer bimestre se sacrificaron casi 2 millones de bovinos, con lo cual progresivamente, el nivel de faena tiende a acercarse al promedio de la última década que, según el análisis, “está fuertemente condicionado por el proceso de deterioro que ha vivido el sector en los últimos años”.
Al respecto, el presidente de ABC, Mario Ravettino, indicó que ”la brecha sigue siendo importante cuando se comparan las cifras actuales con los registros de mediados de los años 2000, en que se faenaban mensualmente más de 1,1 millón de cabezas”.
La cantidad de animales faenados en los últimos doce meses ascendió apenas a 11,9 millones de cabezas, 1,4% menor a igual lapso de 2015/16.
De acuerdo al análisis, en febrero, fue nuevamente importante la contribución de hembras dentro de la faena total, con 43,5%, “lo que constituye una evolución preocupante que es preciso monitorear de cerca para ver si se profundiza en el futuro”.
Al respecto, Ravettino sostuvo que “por el momento, los indicadores de recomposición del rodeo nacional resultan contradictorios y no permiten prever un crecimiento importante del stock en el futuro cercano”.
En este marco, la producción de carnes bovinas se estima en alrededor de 440.000 toneladas en peso al gancho para los dos primeros meses de 2017.
“En la medida en que sostenga el nivel de las exportaciones verificado en los últimos meses, el consumo aparente per cápita de carnes bovinas puede estimarse en 57 kilogramos por habitante al año”, añadió Ravettino.