El rol del agro como un actor fundamental en el balance de su sustentabilidad ambiental es significativamente importante. No obstante, la educación y el conocimiento sobre estos temas serán determinantes para exponerlos en el futuro.
En ese marco, el actor y conductor Julián Weich, quien hace más de 30 años es embajador de buena voluntad de Unicef y defiende los derechos del niño en todas sus facetas, fue parte de En La Mesa, el programa de Sigma Agro, conducido por Daniel Aprile, en el que se abordan diversas temáticas de relevancia de actualidad para el agro.
El invitado reflexionó sobre el mundo que se les está dejando a los niños de hoy y dejó varios mensajes conmovedores.
“Los niños no pueden defenderse como sí lo hacen los adultos, desde contiendas políticas, protestas sociales y desde las instituciones; sin embargo, los adultos somos los que les estamos dejando un mundo inserto desde lo ambiental, con las guerras y otras temáticas que se hacen mal como sociedad”, reflexionó.
Si bien el hombre no provoca las inundaciones de manera directa, lo hace indirectamente con el mal uso de los recursos. “Observamos que los niños padecen los huracanes, las inundaciones o las sequías extremas sin tener nada que ver; debemos hacernos cargo de eso”, insistió.
Por otra parte, el conductor dijo que la educación es fundamental para abordar el problema de la sustentabilidad, aunque sumó que “tenemos un país desparejo”. En ese marco, argumentó que hay colegios con aire acondicionado, donde los alumnos no sufren el aprendizaje, y escuelas donde no existe ni la electricidad ni el agua potable.
“Tener una sociedad tan desigual hace que las leyes sobre educación no se puedan contemplar de la misma manera en una región que en otra. No podemos generalizar en educación, los contextos son diferentes y en eso hay que trabajar desde el Estado”, manifestó Weich.
TRABAJANDO POR UN “CAMPO LIMPIO”
Por otra parte, Luis María Herrera, subgerente de relaciones institucionales de Campolimpio, coincidió con Weich en la disparidad que existe en la sociedad, una situación que afecta a la educación en todo el territorio.
“Hay regiones del interior del país donde los padres hacen un esfuerzo denodado para que sus hijos vayan a estudiar; incluso en pueblos recónditos ni siquiera van a la escuela. Entendiendo que la Escuela es la base del futuro, esto es muy grave”, comentó.
Sin duda, estas situaciones generan desarraigo en muchas localidades, debido a que los jóvenes deben abandonar esas localidades para buscar un futuro diferente y más positivo.
“Muchas veces las decisiones de los grandes impactan directamente en los más chicos, debido a que una mala política educativa expuesta por un determinado Gobierno puede alterar el conocimiento de las sociedades del futuro”, expresaron en la mesa.
Al respecto, Weich suscribió que una frase común es admitir que los chicos son el futuro del país; sin embargo, agregó: “Nunca concuerdo con esta frase, porque cuando un chico tiene hambre no es el futuro, es el presente”, exclamó con convencimiento.
EL DESARRAIGO ES UNA LIMITANTE
Según Herrera, el cambio en los sistemas productivos, la falta de educación en diversas sociedades y la penosa infraestructura que existe en varias provincias llevaron a los hijos de productores a migrar a las grandes ciudades pensando que el futuro será diferente, pero no siempre es lo mejor.
“Si bien hay unidades productivas que necesitan de mano de obra calificada, hay contextos que no ayudan para que la gente se quede en esas localidades y el sistema las hace migrar a otras zonas: en este punto, el campo pierde mano de obra y la gente se queda sin trabajo porque no cuenta con las condiciones básicas para vivir”, declaró Daniel Aprile, moderador de la charla.
Sin embargo, no todo está perdido. Marisol De la Fuerte, sommelier internacional graduada en la Escuela Argentina de Sommeliers, dio a conocer la importancia de la producción vitivinícola en la región de Cuyo, que brinda trabajo a la sociedad durante todo el año.
“Tenemos los vinos más altos del mundo producidos a 3300 metros sobre el nivel del mar en Salta y los más australes del mundo ubicados a 45 grados de latitud sur en la provincia de Chubut; además, del total de provincias argentinas, 18 producen vino”, destacó con orgullo De la fuente.
VISIÓN DE SUSTENTABILIDAD
Por último, Herrera reconoció que los jóvenes tienen una visión mucho más marcada sobre los temas de sustentabilidad que el resto de la sociedad. “Desde Campolimpio tenemos la tarea de concientizar a los productores y las empresas sobre la importancia de ser sustentables; lo hacemos en todos los grupos etarios, pero se nos hace mucho más fácil con las nuevas generaciones”, destacó.
El concepto de sustentabilidad y cuidado del ambiente está totalmente instalado en los ateneos de las entidades agropecuarias, situación que tranquiliza a nuestra entidad. “No queremos decir que son temas solucionados, pero muchas entidades tienen a la sustentabilidad en eje de discusión en cada reunión que celebran; eso es positivo”, concluyó.