El salto en el tipo de cambio oficial, que se ubica sobre los $ 365 por dólar, generó una serie de distorsiones en el mercado de insumos, sobre todo en los fertilizantes.
Además de algunas demoras en las cobranzas y una paralización al momento de las ventas, este cambio de escenario a partir de la devaluación impactó de lleno en las relaciones de precios entre insumos y granos.
Como se mencionó, un caso por demás notorio se puede ver en el mercado de fertilizantes. De acuerdo a un informe elaborado por la Consultora AZ Group, analizó que si bien el precio de urea y fosforados a nivel internacional exhiben un retroceso, la ventaja comparativa que exhibían granos como maíz, girasol y cebada para la compra de insumos se evaporó.
“Desde la perspectiva de relaciones de precios, los productos alcanzados por el PIE fueron los más afectados por el salto de tipo de cambio”, advirtió Jeremías Battistoni, de AZ Group.
FERTILIZANTES VS. MAÍZ
A partir del nuevo escenario económico, las relaciones de compra contra maíz disponible empeoraron. Los números son por demás evidentes: a comienzos de julio, para comprar una tonelada de urea se necesitaban 2,8 toneladas de grano y hoy son 4,4.
“Esto refleja una pérdida de capacidad de compra del 57% para el grano y deja las relaciones muy deterioradas respecto a los valores históricos”, señaló.
En girasol, se presenta similar: pasó de 1,6 toneladas a 2,8 toneladas.
El informe remarcó que en caso de los fertilizantes, su cotización cayó un 21% promedio en el último año, aunque se ubican por encima del promedio de los últimos tres años.
“En el caso de los granos a cosecha, los precios no solo cayeron respecto al año pasado, sino que también se ubican por debajo de los promedios de los últimos 3 años“, calcularon desde AZ Group.
COMO VIENEN LAS IMPORTACIONES
En urea, las compras acumulan 307.000 toneladas en 2023, un 28% menos con respecto al mismo período del año pasado.
“El ritmo de importaciones deberá aumentar para lograr sostener los niveles de consumo interno, en agosto el mercado se mostró fuertemente distorsionado”, reconoció Battistoni.
Y agregó: “En el transcurso del mes, la devaluación post-PASO también generó un parate comercial y las líneas de financiación se retiraron en función de la falta de previsibilidad”.
En el caso de los fosforados, se importaron 430.000 toneladas, cifra que representó una caída interanual de 6%.