Ignacio Lartirigoyen , presidente de Asagir (Asociación Argentina de Girasol), comentó que es un muy buen momento para los agronegocios en el mercado argentino.
El empresario explicó que esperan que la siembra del cultivo concluya con un 10% de aumento respecto de 2005/06. âLas siembras se cumplieron con buen desarrollo, aunque hubo una parte del Chaco que no fue muy buena hacia el finalâ, indicó.
En referencia a los precios comentó que las expectativas son buenas, ya que la demanda del aceite va en crecimiento debido a los biocombustibles.
El precio depende de la distancia en los puertos y cuál es el destino que le dan las aceiteras al girasol. âHay algunas que la dedican al mercado interno y tiene diferentes precios, pero como base siempre se toma el mercado internacionalâ, además agregó que el grano tiene una bonificación como materia grasa. âSi bien no han aumentado los rindes en los últimos años, lo que sí aumentó significativamente es la materia grasa, que su base para el precio es 42% y de promedio debe estar en el 49%. Sobre esa diferencia se bonifica, con lo cual el productor logra una importante bonificación sobre el precioâ, remarcó el empresario.
Lartirigoyen también se refirió a las proyecciones de la asociación e indicó que están trabajando y han presentado el plan estratégico 2006/2015, donde se proponen metas para los próximos nueve años.
Entre algunas de las metas tienen como objetivo bajar el precio del costo de girasol. âEso no significa que vamos a comprar insumos cada vez más baratos, sino que estamos buscando aumentar los rindesâ, agregó.
En los ensayos, el girasol tiene rindes que van desde los 30 a 35 quintales, en tanto que el promedio nacional es 18. Lartirigoyen considera que es ahí donde se tiene un buen camino por recorrer. El empresario también comentó que se está intensificando la demanda de girasol alto oleico y para este año se estiman más de 180.000 hectáreas, este aumento se debe a que se pagan permios sobre el valor, por lo tanto resulta muy atractivo.
