Para lograr los mejores rendimientos, no solo es necesario que llueva y aplicar en el momento correcto fitosanitarios y fertilizantes. La maquinaria utilizada en la cosecha es clave para reducir al máximo las pérdidas
En ese sentido, la apuesta es a sumar cada vez más tecnología e innovación, y en ese camino la empresa Case IH presentó en Expoagro su nueva línea de producción de cabezales Draper, que “nacionalizó” en su planta de Córdoba.
El gerente de Marketing para Argentina y Mercados Importadores, Rodrigo Lanciotti, describió a Infocampo que son plataformas de 35 a 40 pies, con sistema de lona y no de caracol, y que constituyen “una muestra más de que acompañamos al productor en lo que necesita”.
Técnicamente, su diferencial tecnológico se encuentra en su caja central de cuchillas, sin laterales: su accionamiento de navajas selladas en baño de aceite permite que las vibraciones sean menores, resultando en un chasis con mayor durabilidad y confiabilidad.
Asimismo, la plataforma de lona posee una bomba de pistones axiales de presión y flujo compensados, y un motor hidráulico para accionamiento de la barra de corte. Estas funciones permiten manejar la velocidad de las lonas y los ciclos de cortes. Gracias a estas características, el cabezal se adapta a cualquier condición de cosecha.
Por otro lado, el Draper es más liviano en comparación con cualquier otro del mercado. Su velocidad hace que el cabezal de la máquina tenga menos tensión, brindando más productividad y simplicidad al operador, que se traduce en una mejor performance en el campo.
“Se destaca la facilidad, simplicidad y durabilidad que tiene el equipo. Este cabezal, en comunión con una cosechadora Axial-Flow 7250 junto al sistema Automation, hace que el producto entregue mayor capacidad operativa, facilitando la tarea del usuario”, enfatizó Lanciotti.
POST VENTA TECNOLÓGICA
El ejecutivo de Case IH, en tanto, también hizo referencia a la innovación tecnológica puesta en marcha en el servicio de post venta: el sistema AFS Connect, que permite seguir desde una central de control ubicada en la fábrica cordobesa el funcionamiento de las máquinas y advertir posibles fallas, así como también hacer recomendaciones a quienes las manejan.
“Estamos cambiando el paradigma: antes nos llamaba el cliente a nosotros y ahora nosotros los llamamos a ellos”, resumió Lanciotti.
Guillermo Mendiola, Field Service en Case IH, dio más detalles al respecto.
“Lo que hacemos desde la post venta es comunicarnos con los equipos para entender si están teniendo algún problema y así hacerle la vida más fácil al cliente”, precisó.
A tal fin, algunas herramientas que usan son lentes de realidad virtual o de realidad aumentada para conectarse de manera remota y ver en tiempo real lo que está sucediendo en el campo.
“Todo lo que ve el operador en la máquina lo ve un técnico, y no solo se detecta una falla, también puede suceder que veamos que por alguna razón están haciendo demasiados viajes hacia el silo, por ejemplo, y recomendar algún cambio en la estrategia logística para ahorrar combustible”, amplió Mendiola.