Después de un 2018 muy desalentador por la sequía y el cambio de reglas en relación a las retenciones y los derechos de exportación, los productores reactivaron la confianza y mejoraron sus expectativas para este año.
Al menos así lo señaló una nueva edición del índice “Ag Barometer Austral”, que elabora el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, que destacó que en enero y febrero la confianza del sector agropecuario creció 11%, tras “haber tocado fondo en noviembre del año pasado”.
Es que el mes pasado el valor del índice resultó de 105,8 frente a 95,2 del penúltimo mes de 2018, aunque todavía siguen altas las respuestas de tinte negativo frente a las positivas.
“Si bien se mantiene firme el optimismo sobre el desempeño del sector para los próximos cinco años, el 49% de los productores manifiesta que su situación financiera actual es peor que hace un año, y el 74% considera que no es un buen momento para realizar inversiones“, subrayó el estudio.
En cuanto a las percepciones sobre cómo estará su explotación a un año, cómo seguirá la economía agropecuaria en los próximos meses y dentro cinco años, los productores manifestaron proyecciones favorables que posicionaron a ese índice “muy por encima de 100”.
“La confianza en el desempeño del sector agropecuario en los próximos 12 meses alcanza un valor de 120, el máximo desde que se elabora el índice (104 en noviembre y 106 en octubre de 2018). Esto se refleja también en las expectativas de mejora de la situación financiera de la empresa en los próximos 12 meses, con un índice de 129, que es muy similar a los índices positivos de noviembre y octubre del año pasado”, remarcó la Austral.
En cuanto a la campaña agrícola 2018/19, el 65% de los encuestados afirmó que el impacto del clima para la cosecha gruesa hasta el presente fue “favorable o muy favorable”, contra un 24% que consideró lo contrario.
Algo acorde sucedió con los rendimientos, ya que el 68% de los productores espera obtener rendimientos “mejores o sustancialmente mejores” que los promedio, frente a un 11% que aguarda “peores o considerablemente peores”.
Con respecto a la comercialización de la fina, los resultados indicaron cierta variabilidad. “Mientras que un 28% de los productores encuestados manifiesta haber vendido el total de su producción, un 34% expresa conservar aún toda la cosecha en su poder. Un 20% de los productores conservan entre 30 y 60% de la producción, y un 9% de los productores conservan entre el 70 y 90%“, resaltó el estudio.
La gruesa, en tanto, se comercializaría de otra manera. En ese sentido, el 62% de los productores confían en un timing de ventas similar al de ciclos anteriores; el 21% piensa acelerar los ritmos y el 17% apuntará a vender más lentamente.