Por Carla Luna
El cultivo de cereza mendocina inicia la temporada de cosecha y llega a los mercados antes que la de Río Negro. Por eso, es uno de los frutos con mejores oportunidades en los mercados del norte del Planeta y las perspectivas para el cultivo son positivas, tanto en el corto como en el mediano plazo.
Fundamentalmente, porque es una fruta que encuentra creciente interés durante la temporada de contraestación, y en especial para las fiestas navideñas, en consumidores europeos, norteamericanos y asiáticos.
En Mendoza, los registros vigentes muestran que hay entre 30 y 40 productores ubicados principalmente en el Valle de Uco (representa el 84% de la producción total), que desarrollan sus actividades en unas 700 hectáreas de las que se puede obtener, en promedio, unas 5.000 toneladas de cerezas para consumo en fresco.
De esta cifra, de entre 2.500 a 3.000 toneladas pasan por galpones de empaque para ser exportadas.
Seminario sobre cerezas
Bajo este panoramao, el Ministerio de Economía mendocino, a través de las subsecretarías de Industria y Comercio y de Agricultura y Ganadería, en conjunto con el Instituto de Desarrollo Rural (IDR), el Fondo para la Transformación y el Crecimiento (FTyC) y el Clúster de la Cereza Mendoza, llevó a cabo el primer Seminario de Cerezas Frescas Tempranas Mendoza 2022.
Enrique Vaquié, ministro de Economía de la provincia, comentó: “Es un sector que tiene muchas posibilidades para crecer y desde nuestro lugar colaboramos para crear el Fondo de Integración para la cereza (FIDEC). Es por ello que nosotros también trabajamos con el Iscamen para alcanzar el acuerdo con China y que puedan ingresar de una manera más fácil nuestros productos a ese mercado que, junto con Estados Unidos, son los más importantes”.
El IDR (Instituto de Desarrollo Rural) emitió el informe anual que analiza la evolución de las producciones en los últimos 10 años, en el cual se puede ver una importante recuperación del sector de cereza en las dos últimas temporadas, respecto a las campañas anteriores.
Según el monitor del IDR, las variedades tienen comportamientos disímiles, siendo la variedad Bing la que ha disminuido su producción en un 21% con respecto a lo esperado en la temporada anterior (de 2.177 toneladas en 2020 a 1.728 toneladas en la última).
En cambio, la variedad Lapins incrementó su producción esperada en un 48%, pasando de 462 toneladas el año pasado, a 684 toneladas para el presente ciclo.
En cuanto a los calibres esperados en Mendoza, se estima que el 41% de la fruta que llegará a cosecha tendrá un calibre igual o mayor a 26 milímetros.
Más producción
En términos generales, se espera una cosecha de 4.100 toneladas, con una disminución de un 14% con respecto a la temporada anterior.
“Tenemos que seguir trabajando juntos para alcanzar los objetivos planteados desde las entidades representativas del sector. Actualmente contamos con poco más de 700 hectáreas cultivadas con este producto, pero sabemos que el mercado da para alcanzar más de 2.000. Acompañando al incremento de la superficie cultivada, debemos hacer especial hincapié en la mejora constante de la calidad y los rindes. De esta manera lograremos, cada vez más, captar nuevos mercados”, continuó Vaquié.
Por su parte, Facundo Quirós, gerente de la Cámara de la Cereza de Mendoza, acordó: “Esto es el inicio de un proyecto de atracción de inversiones que permita alcanzar las 2.000 hectáreas productivas. Este es el principal objetivo que tenemos. Buscamos crecer en superficie y variedades aptas. Para ello estamos articulando con el Gobierno provincial y los distintos sectores en temas vinculados, por ejemplo, al acceso a financiamiento para la incorporación de tecnología para el cuidado”.
