La última campaña de trigo cerró una cosecha que si bien no estuvo a la altura de las expectativas iniciales, logró dejar atrás el desastre productivo que representó el ciclo previo.
La sequía pulverizó al cereal, que tuvo un 2022/23 para el olvido, con uno de los registros más bajos de los últimos años
Con un escenario climático más benigno y lluvias que recargaron los perfiles para la fina que viene, los productores empiezan a calentar motores y se preparan para una nueva siembra. En este año, más allá de la incertidumbre climática, los precios internacionales encienden algunas luces de alarma.
En Expoagro, los productores estuvieron a la búsqueda de genética para incorporar a sus planteos. En este escenario, la firma Buck Semillas -oriunda de la localidad bonaerense de La Dulce- llegó por primera vez a Expoagro y exhibió su paleta de productos, en donde además de trigo se destacan cultivos como avena, cebada y girasol.
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NOVEDADES PARA TRIGO EN EXPOAGRO
Mario Cattáneo, gerente Comercial de Buck Semillas, destacó dos de los materiales que presentaron en la muestra. Por un lado, el SY 134, fruto de una alianza con la firma Syngenta, una variedad de ciclo intermedio, con rindes que en la última campaña llegaron a 100 quintales por hectárea y resistencia a roya estriada y de soja.
Desde el semillero también hicieron hincapié en Aimará, una variedad de ciclo intermedio sin requermientos de vernalización y que proviene de un cruzamiento propio entre materiales de germoplasma francés.
Además de sus variedades de trigo, la empresa llevó a la exposición avenas aptas tanto para pastoreo directo como para producción de granos, y girasoles que están adaptados a toda el área agrícola argentina.
Al momento de trazar las perspectivas para la nueva campaña, el directivo estimó que tras un ciclo 2023/24 heterogéneo, los productores buscarán revancha.
“Es una oportunidad para que vuelvan a hacer trigo, porque además hay una necesidad financiera de cubrir un bache”, consideró.
Con respecto a la intención de siembra, anticipó que será mayor en relación a la campaña previa y se recuperá superficie en regiones trigueras que se vieron afectadas por la seca en los dos últimos ciclos, como sudoeste de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.
