Con la campaña fina 2021/2022 ya en los campos argentinos y con los primeros lotes ya sembrados de la gruesa (25% del maíz de la zona núcleo), la agricultura argentina se prepara para lo que podría ser un gran ciclo productivo para el país.
Obviamente, gran parte de ese potencial depende estrictamente de las cuestiones climáticas, que para el caso del NOA y NEA no viene siendo tan favorable, mucho más si se tiene en cuenta que ya se confirmó La Niña para inicios de octubre.
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Con ese contexto en mente, los especialistas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Federico Di Yenno, Tomás Rodríguez Zurro y Emilce Terré, realizaron un completo informe sobre el posible aporte que el agro podría hacer al país, como resultado de las exportaciones de cereales y oleaginosas de la campaña 2021/2022.
De esta manera, el nuevo ciclo productivo podría dejar como saldo un ingreso récord de 36.700 millones de dólares por exportación de granos y derivados.
Los analistas de la Bolsa tienen en cuenta como base a las primeras proyecciones de producción nacional y a los precios FOB diferidos vigentes a la fecha.
Campaña
Para el nuevo ciclo productivo de la soja se considera una pérdida de casi 500.000 hectáreas y se sembrarían 16,2 millones de hectáreas (la menor superficie en 15 años), pero de todas formas y teniendo en cuenta un rinde tendencial de las últimas campañas, se proyecta una producción de 49 millones de toneladas de poroto en la nueva campaña.
“Esta caída en el área de la soja contrasta con el resto de los principales cultivos de la gruesa: el maíz crecería 8,5% con un total de 7,9 Mha sembradas y 6,9 Mha cosechadas, lo cual permitiría alcanzar una producción récord de 56 Mt; el sorgo vería incrementada su superficie hasta 1,1 Mha (12% más que en el ciclo previo) y una producción proyectada de 3,3 Mt; y el girasol aumentaría un 20% hasta alcanzar 1,7 Mh sembradas, lo que vislumbra una producción de 3,4 Mt”, destacan los analistas.
Por último, cabe interpretar qué sucede con la fina: “Las cartas ya están jugadas y ahora todo depende de la variable incontrolable por excelencia para el productor agropecuario, el clima de los próximos meses. Las lluvias de los primeros días de septiembre han sido recibidas con brazos abiertos por los cultivos, por lo que el panorama productivo se mantiene prometedor. El trigo apunta a obtener una producción récord de 20,5 Mt, mientras que la cebada alcanzaría 4,5 Mt”.
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