En el día de hoy, la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) presentó el recurso de inconstitucionalidad ante la sanción y reglamentación de la Ley 5708 de la Ciudad de Buenos Aires, que prohíbe la publicidad y promoción de bebidas alcohólicas en la vía pública. Legisladores de las provincias vitivinícolas manifestaron y comprometieron su apoyo a la acción de la Corporación Vitivinícola.
Lo inexplicable de la Ley sancionada por la legislatura porteña es que solo prohíbe las publicidades de dichas bebidas en espacios públicos, permitiendo que las propagandas emitidas en televisión o radios queden totalmente dentro del curso legal.
El otro punto de conflicto, y no menor, es que el vino argentino no tiene ningún tipo de diferenciación con respecto a las otras bebidas alcohólicas, como podrían ser el vodka, el whisky, etc. ¿Por qué habría de estar en otra categoría? Para responder habría que repasar la Ley Nacional 26870 sancionada el 3 de Julio de 2013.
En su Artículo 1º la Ley declara “al vino argentino como bebida nacional”, pero además de ello, el Artículo 3° proclama que el “Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca promoverá la elaboración y ejecución de un plan de acción con los siguientes objetivos:
- Difundir las características culturales que implique la producción, elaboración y consumo del vino argentino y sus tradiciones;
- Promover la imagen e isologo del vino argentino en todo tipo de eventos oficiales en el país y en el exterior;
- Establecer que el isologo del vino argentino bebida nacional o su texto equivalente sea incorporado en la etiqueta del vino de producción nacional. El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, a través del INV establecerá los criterios
y condiciones para el uso del isologo o su texto equivalente; - Promover el desarrollo de las economías regionales a partir de acciones relacionadas con actividades de servicios vinculadas al sector vitivinícola;
- Asegurar la presencia del vino argentino en eventos oficiales del cuerpo diplomático y consular;
- Promover los estudios y organizaciones tendientes a la definición de las distintas regiones y subregiones vitivinícolas de cada provincia”.
Uno de los argumentos presentados hoy al mediodía para demostrar la inconstitucionalidad de la nueva Ley porteña es precisamente que la legislación local no puede estar por encima de la nacional.
La presidenta de Coviar, Hilda Wilhelm explicó durante la conferencia que “no es justo equiparar al vino con el resto de los productos industrializados. Nuestro país es el único productor en el mundo que ha logrado reconocer a su vino como ‘Bebida Nacional’; por su rol de producto cultural, alimento, elemento de la identidad y vehículo de la proyección internacional del país”.
De la conferencia de prensa participaron una larga lista de legisladores, de diferentes partidos políticos y de las provincias damnificadas por esta norma incomprensible de Capital Federal. Entre los más destacados, el ex gobernador José Luis Gioja indicó que “estas medidas son absolutamente discriminatorias y es obligación de los legisladores defender al vino en su lugar de bebida nacional”.
Por su parte, Julio Cobos manifestó que “hay que actuar con sentido común y sensatez. Ahora tenemos que seguir las distintas vías de diálogo e instancias legales para demostrar que se está perjudicando a una gran industria, como es la vitivinícola”. También señaló que se reunirá con Diego Santilli para “retomar este tema y poder modificar algunos artículos de la Ley”.
La presentación
La acción presentada por la vitivinicultura argentina a través de COVIAR, considera declarar inconstitucionales los artículos 4°, 5°, 6°, 7°, 8° y 1° de la Ley 5708 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los artículos del Decreto 44/17 modificado por el Decreto 48/17 que impiden llevar a cabo acciones publicitarias.
“La Ley 5708 es incompatible con legislación nacional previa emitida por el Congreso de la Nación, como lo es la ley de creación del Plan Estratégico Argentina Vitivinícola 2020 y la ley que declara al vino argentino como la Bebida Nacional. Ésta última tiene entre sus objetivos, la difusión de las características culturales que implica la producción, elaboración y consumo del vino argentino y sus tradiciones”, manifestaron desde la Corporación.
Apoyo de diputados y senadores
Myriam Juárez, presidenta de la comisión de Economías Regionales del Congreso, dijo que “la vitivinicultura es una actividad no sólo económica sino cultural y social. Combatir el alcoholismo en especial en los adolescentes y jóvenes no está en discusión; lo que está en discusión es el cómo. Tenemos que hablar de producción, de trabajo y revisar la ley de la ciudad de Buenos Aires con un diálogo abierto y sincero”.
Luis Borsani: “El 90% del consumo del vino se da en el seno familiar y el otro 10% en la gastronomía con lo cual no puede pensarse que esta noble bebida como lo es el vino esté vinculada a las previas o a los boliches. Es preciso trabajar para detener la caída del consumo de vino que en 2016 fue de 12& mientras que las bebidas blancas en ese mismo período aumentaron sus ventas en 12%”.
Graciela Cousinet: “El lugar que deja el vino en la mesa de los argentinos lo ocupan las gaseosas que todos sabemos lo nocivas que son para la salud. Es absurdo prohibir la publicidad del vino que es un alimento noble, y no prohibir la de las gaseosas y alimentos industrializados que tanto mal hacen a la salud de los niños, adolescentes y jóvenes”.
Luis Petri: Anunció que presentarán un proyecto de Ley para la revisión de la Ley sancionada en CABA apelando al diálogo y buscando circunscribir el debate en torno al lugar que debe ocupar el vino en dicha norma.
Alejandro Abraham: “Se está confundiendo una fiesta electrónica en la que faltó control del gobierno y los problemas fueron por drogas sintéticas y falta de agua con sancionar al vino como responsable. Tenemos que ponernos en pie de guerra porque se está buscando llevar el mismo espíritu que la ley de CABA al resto del país”.
Anabel Fernandez Sagasti: “Para combatir las adicciones hacen falta programas de educación, prevención y control; no basta con limitar la publicidad del vino que es la Bebida nacional. No se puede tomar de rehén a la vitivinicultura para decir que con eso se acaba el alcoholismo en los jóvenes”.
Pamela Verasay: “El espíritu nunca fue judicializar el tema pero el vino es un alimento y el tratamiento que se le dio en la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires es inaceptable. La ciudad se está trayendo más problemas que soluciones con esa norma”.
Rubén Miranda: “Es mentira que esa norma va a servir. Se quisieron sacar de encima la falta de control del gobierno de la Ciudad de Buenos en las fiestas electrónicas”.
Por Facundo Mesquida / @JFMesquida
