El negocio ganadero atraviesa un momento complejo, con valores de hacienda de consumo y carne que no logran reaccionar y pierden contra la inflación.
El poder adquisitivo del salario está pulverizado y esta debilidad de la demanda interna se traslada inexorablemente a las cotizaciones de los remates en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG).
En la ecuación también entran los frigoríficos exportadores, que en estos días deben hacer frente a la suba de los costos internos, dólar atrasado y China pagando valores por debajo de los esperados.
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Esta sumatoria de consumo deprimido y exportación que no despega hizo que los valores de la hacienda permanezcan estancados.
De acuerdo al mercado ganadero de Rosario (Rosgan), en marzo el precio promedio del novillo en el MAG fue de $1.704, valor que se mantuvo similar a febrero.
En abril el escenario es similar, con un promedio que se ubica en torno a los $1.757 por kilo vivo. En el resto de las categorías destinadas a faena se siguen acumulando los retrocesos en sus cotizaciones. En el caso de novillos, en lo que va del año perdió un 13% contra la inflación, mientras que novillitos y vaquillonas retrocedieron un 5%.
EVOLUCIÓN EN LOS MOSTRADORES
“En la medida que el nivel de oferta se siga restringiendo y la baja de la inflación permita recuperar lentamente los ingresos reales del consumidor, es esperable ver una paulatina mejora en los valores relativos de la carne respecto del resto de los alimentos”, estimaron desde la entidad.
Pero más alla de la tendencia a la baja que comenzó a evidenciarse en los niveles mensuales de inflación, remarcaron que en corto plazo no se visualiza una liberación del mercado cambiario.
Esto daría oxigeno a los exportadores para mejorar su capacidad de pago y comenzaría a derramarse sobre el negocio. “En lo inmediato, aun no se perciben fuertes indicios de una pronta recuperación”, afirmaron.
Los números que exhiben los mostradores preocupan a la cadena de ganados y carnes. De acuerdo al Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), el promedio de los cortes de carne vacuna que relevaron en el último año aumentaron un 275%, contra 288% interanual que marcó la inflación el pasado mes de marzo.
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Estas cifras son similares a las que relevó el Indec, en donde el promedio de precios para los seis cortes vacunos medidos para Gran Buenos Aires (asado, carne picada, paleta, cuadril, nalga y hamburguesas congeladas) acumularon un aumento promedio del 34% en los primeros tres meses del año, contra un 53,2% del nivel general para esa región.
Mientras esto ocurre, el consumo de carne vacuna se desplomó y cayó a los niveles más bajos de su historia. El mes pasado rondó los 43 kilos por habitante, el valor más bajo desde que se llevan registros, según afirmó la entidad rosarina.
“La gran incógnita entonces es determinar qué sucederá antes y cuánto puede incidir la reacción de uno u otro canal de demanda -doméstico o exportación- en la corrección de los valores de la hacienda. Lo cierto es que, en lo inmediato, aun no se perciben fuertes indicios de una pronta recuperación”, cierra el Rosgan.