“Un invierno riguroso pero sin extremos que puede sacar lo mejor del trigo” dice el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, respecto a la presente campaña de cereal. En criollo, la BCR esta avisando que si todo sigue así va a haber “un campañón de trigo” en la zona núcleo.
“Las heladas del 2018 combinadas con la falta de agua, terminaron cobrándose un 25% de los 6M Tn que se proyectaban el año pasado. Con más frío que en el 2017 pero sin los eventos extremos del 2018, el trigo mejora de condición en un invierno que puede serle ideal” señalaron desde la entidad.
“Las lluvias desaparecieron y el Pacífico va hacia la neutralidad. Esto aumenta la influencia de los mecanismos atmosféricos de escala regional, con mayor incidencia pluvial en la franja este y la mesopotamia” explicó el Dr. en Cs. Atmosféricas, José Luis Aiello, en referencia a las precipitaciones esperadas para la presente campaña.
A su vez, el especialista dijo que “es difícil hablar de invierno más o menos frío, pero es una variable vital para el trigo. Por eso caracterizamos el invierno con la red de estaciones GEA. Se tomó la cantidad de horas con temperaturas menores a los 5°C en toda la región desde el 21 de junio al 7 de agosto para los últimos 3 años. Los resultados muestran que el 2018 encabeza el podio ya que en promedio hubo en la región 430 horas por debajo de esos 5°C. El 2019 le sigue con 240 horas (un 44% menos) y el 2017 apenas pasa de las 160 horas frío”
“Las altas temperaturas del 2017 ocasionaron grandes problemas para el cultivo: el calor y la humedad de agosto hicieron explotar un inédito ataque de roya amarilla. Pero aparte, el calor forzó a los lotes a entrar en encañazón mucho antes de tiempo, por el acortamiento de etapas que producían las altas temperaturas. Con un macollaje acotado hubo menos espigas por plantas. Y sin embargo, fue un año exitoso, ya que se alcanzó un rinde promedio de 43 qq/ha”, detalla el informe de la BCR.
“El calor pone un techo, pero las heladas junto a la falta de agua aún más, el año pasado el promedio del trigo fue de solo 33 quintales. En este año, las temperaturas invernales están bien instaladas y siguen manteniendo a raya las enfermedades. Pero, no hubo eventos extremos, como los de hace un año, que diezmaron las hojas. Un invierno más moderado y con mejores reservas de agua quita del horizonte las amenazas que han limitado al cultivo en los últimos dos años. Por eso, este es otro factor fundamental que se alinea para que el trigo alcance 7 Mt en la región núcleo” aseguran desde la entidad.