Junto con su marido, Alicia se dedica a la artesanía en cuero y cuerina: fabrican canastos, porta termos, mates, termolares, bombillas y otras variedades, con precios que oscilan entre los 80 y los 200 pesos. Además, trabajan con pedidos cuyos valores varían según la complejidad del trabajo y los gustos del cliente.
Por cuestiones de la vida, tomaron la decisión de transitar el camino desafiante de ser sus propios jefes, aprender un oficio, mejorar la técnica y brindar a sus clientes un producto de buena calidad.
En cuanto a la organización de tareas, su esposo fabrica los productos y Alicia se dedica a la venta. De esta forma, logran llevar adelante un proceso continuo que permite el crecimiento diario del emprendimiento familiar.
“Hay que estar y ser constante, hay que llegar con el entusiasmo de saber que vas a vender, entonces no te ahogas en un vaso de agua y querés salir adelante”, le contó la emprendedora al IFAI.
Alicia relató que desde muy chica trabajó en casas de familias haciendo las tareas de limpieza pero que a los 40 años ya estaba cansada. Fue allí que surgió la posibilidad de cambiar el rumbo. “Un primo de mi esposo nos propuso que fabriquemos los productos en cuero para que él los comercializara. Fue así que decidimos comenzar ya que por la edad a mi esposo lo descartaban para trabajar en otros lugares. Entonces vi la posibilidad y le dije que podíamos continuar nosotros con la actividad y así nos encaminamos”, comentó.
Asegura que fue un cambio radical dejar de trabajar para otros y comenzar con su propio negocio. “Es un orgullo muy grande, me gusta lo que hacemos porque, además de vender, hablas con los clientes, con otros artesanos y conversar con otros te enseña”, subrayó.
Los productos de Alicia se pueden encontrar en el Mercado Concentrador Zonal de Posadas.