Luego de que finalizara la IV Reunión del Comité Científico Asesor Internacional en EET, desarrollada en Buenos Aires el 11 de noviembre, el asesor de la Secretaría de Agricultura de la Nación, Leonardo Mascitelli indicó en Infocampo TV que la Argentina viene desarrollando acciones mucho antes que se detectara la enfermedad y que el Estado ha reforzado los controles en la importación.
“Si en algún caso pudo haber ingresado un producto de riesgo, la idea es que éste no llegue al animal vía el alimento, por lo cual se prohibe alimentar a los animales con harina de carne y hueso de rumiantes, también se hacen controles y muestreos tanto en cerebros de animales muertos, esto lo realiza el INTA Castelar, como en los alimentos que ingieren los bovinos para verificar que en éstos no hayan harinas prohibidas”.
El funcionario explicó que están trabajando en un proyecto, financiado con un préstamo de u$s 1.300.000 del Banco Mundial y que se ejecuta a través del PROSAP, mediante el cual se han contratado consultores y especialistas para reforzar las actividades en el sistema de alimentación animal. El proyecto, que se extenderá en los próximos tres años, permitirá desarrollar mayores muestreos y controles sobre la planta alimento y en las plantas de rendering (elaboradoras de alimentos para animales que procesan desechos de origen animal), “que son uno de los puntos de riesgo que hay que controlar”.
“Las acciones en nuestro país comenzaron en los años ´90, mucho antes que en varios países. Recordemos que en 1996 comenzó la crisis mundial, y seis años antes nosotros ya tomamos medidas precautorias en la importación y luego instrumentamos una serie de medidas como la previsión de alimentación y los controles en las plantas de alimentos balanceados”, dijo Mascitelli.