La Argentina y China alcanzaron “importantes acuerdos” en el sector agropecuario, que incluyen carne bovina, aviar y frutas, que permitirán incrementar en unos 300 millones de dólares el intercambio comercial entre ambos países en el período 2005-2006.
A partir de los convenios firmados, China permitirá el ingreso de carne bovina argentina proveniente del sur del paralelo 42, carne aviar y frutas como peras y manzanas, mientras que a principios del año próximo podría comenzar a comercializarse el resto de la producción cárnica y cítricos dulces, como naranjas, mandarinas y pomelos.
Así lo acordaron durante una reunión que mantuvieron el secretario de Agricultura, Miguel Campos, y el ministro del AQSIQ chino, Li Changjiang, tras dos días de intensas negociaciones entre los funcionarios y los técnicos de ambos países, en el marco de la visita a la Argentina del presidente chino, Hu Jintao.
Infocampo radio conversó con el Secretario de Agricultura, Miguel Campos, quien manifestó la visión del gobierno frente a estas alianzas.
“Los acuerdos con China significan una ventana para empezar a vender los productos que se acordaron, en concreto: carnes aviares en sus 3 certificados (la carne cruda, prefrita y cocida), carne del sur del paralelo 42 y carne termoprocesada y también, a partir del reconocimiento de la OIE de libre aftosa con vacunación, carnes frescas del norte del paralelo 42”, expresó Campos. Para el secretario, esto es uno de los hechos más significativos, que implicó un cambio de concepto muy importante ya que el anterior certificado acordado requería el cumplimiento de 3 años libres de aftosa sin vacunación. Ahora, se acordó que apenas la Organización Internacional Epizootias declare a la Argentina como libre de aftosa con vacunación, el país sea aprobado inmediatamente para exportar carne a China.
Con respecto a los sectores perjudicados por el acuerdo, como por ejemplo los productores de ajo, Campos expuso que “cuando uno arma un acuerdo de ese tipo tiene que basarse en requisitos, que pueden aceptarse o no. La mayoría de los requisitos sanitarios se discuten y hay temas cuarentenarios y temas que no lo son, esto implica no poder entrar a un país por enfermedad”. Así, destacó que, cuando están cubiertos los requerimientos sanitarios, son los requisitos de calidad los que pueden afectar al ingreso. “En el protocolo queda bien estipulado que el ingreso de ajo quedará sujeto justamente a que se cumplan todos los requisitos sanitarios y de calidad”, agregó, “ambos dependen del SENASA. Yo creo que eso sí nos obliga a trabajar de una manera coordinada.” Asimismo sostuvo que el costo de producción de ajo argentino es bueno y consideró que “hay que armar una logística interesante y trabajar todos juntos para que el sector ajero argentino mantenga su competitividad internacional”.
Campos confirmó que los únicos certificados en los que los chinos insistieron son aquellos relacionados con el ajo y las tripas saladas porcinas. “En lo demás, que fue un intento de carnes frescas”, agregó “justamente les planteamos que no teníamos conocimiento de cuál era el status sanitario en diferentes áreas de China con el tema de carnes porcinas. Primero necesitábamos empezar con lo básico: un diagnóstico de cuál era el estado de situación sanitario de estas carnes”.
Asimismo comunicó que lo que tendrá vigencia próximamente es la exportación a China de carnes procesadas de todo el país, carnes frescas al sur del paralelo 42, también carnes cocidas prefritas y crudas y, a partir de que la OIE reconozca a la Argentina como libre de aftosa con vacunación, carne fresca del norte del paralelo 42.
El secretario sostuvo que “esto impactará en la medida en que el sector privado se movilice para acceder a ese mercado. Nuestro trabajo es intentar facilitarle la acción”.
En cuanto a la aparición de un segundo posible caso de vaca loca en EE.UU., y al hecho de que un millón de toneladas que envía este país a los mercados internacionales puedan ser aprovechadas por la Argentina, Campos consideró que es difícil alegrarse por las desgracias ajenas pero aceptó que esto le abre puertas al país. “Un millón de toneladas es un número importante”, observó “pero dependerá de la capacidad que tengamos nosotros de incursionar en esos mercados”. Por otra parte, recordó que se han abierto 30 mercados durante el 2004. “Teníamos 54, ahora tenemos 84 mercado abiertos y eso se ha traducido directamente en una exportación que pasa de 600 mil M a 1000 M de dólares, sólo en exportación de carnes”, informó.
Para Campos, la Argentina puede expandir sus exportaciones cárnicas por varios motivos. Por un lado, por su gran calidad y por otro, a raíz del tema de la vaca loca, que obliga al país a seguir trabajando fuertemente en el monitoreo y control, para que no entre la enfermedad. “Pero también hay un mensaje que hay que seguir entendiendo”, expuso “nadie está libre de estas enfermedades y por eso hay que estar muy atento a que no nos ocurra”.
La Argentina es uno de los 4 países en el mundo que esta reconocido por la OIE como libre del mal de la vaca loca. Por otro lado, tiene habilitada la importación de embriones provenientes de EE.UU. Campos sostuvo que esto no entra en contradicción con las medidas acordadas. “Yo creo que ahí está una de las mayores fortalezas”, opinó “creo que tiene que ver con lo que conseguimos con China. Nosotros tenemos que demostrarle al mundo el tema del riesgo mínimo. Uno no puede asegurar el riesgo cero en nada porque países como Japón o EE.UU han tenido enfermedades que decían que no podían tener, como hasta focos de aftosa”. Según el secretario, el tema radica en demostrar que el riesgo asociado a la exportación de tal o cual productos es lo suficientemente bajo que no puede generar riesgos. “La OIA justamente plantea que en el semen de embriones el riesgo asociado a la transmisión de la enfermedad es negligible”, comunicó. “Entonces justamente en este tipo de análisis usamos la coherencia en el sentido de decir, si yo estoy exigiendo riesgo mínimo para mercados que quiera abrir, en simetría, tengo que exigirle lo mismo y no ponerme en riego cero”. Así, sostuvo que cuando se considera que hay un riesgo mínimo asociado, se deja entrar al producto pero, en la medida en que aparece un nuevo dato que demuestre que puede implicar algún riesgo asociado alto, esta entrada se limitará.
Con respecto a los tiempos estimados para una eventual apertura del mercado estadounidense para las carnes frescas vacunas argentinas, comunicó que en poco tiempo viajará Jorge Amaya a EE.UU. “En ese viaje tendremos algún tipo de indicación de cuando sería la visita a la inspección de lo que pretendemos que sea una visita de todo América del Norte (Canadá, EE.UU. Y Méjico) y, a partir de ahí, pensaría en un año para la apertura”, manifestó. “Yo soy optimista de que antes de fin del año que viene Argentina podrá exportar carne de EE.UU”.