Lo compró un chacarero de Junín que pagó 2.000 dólares la hectárea. Apenas cerrada la operación, el comprador le pidió al dueño que sacara las vacas, porque este mismo viernes 20 quería entrar con el tractor para disquear y preparar el campo para hacer soja. El vendedor pudo negociar y sacar los animales este lunes 23.
El valor normal de esa tierra, dice el inmobiliario, era (hay que ponerlo ya en tiempo pasado) de 300 a 700 dólares la hectárea. Pero la âonda verdeâ le quemó los papeles a los operadores.
El manejo que venían haciendo los dueños era mantener una carga animal de 0,6 vaca por hectárea. Asumiendo un destete de 85% y que el peso del destete sea de 180 kg, los dueños del campito facturaban unos 250 $/ha con el negocio de la cría.
¿Está loco el chacarero que pagó 2.000 dólares por el campo? Ahí en Las Flores, los buenos productores están sacando hasta 3.500 kg/ha. Pero conque saque 2.000 kg/ha, la facturación le trepa a 1.120 $/ha o 361 u$s/ha, cuatro veces y media más que con las vacas.
A ese rinde y con estos precios, en cinco campañas y media ya facturó el valor del campo y además tiene la tierra.
Con las vacas, necesitaría 25 años para facturar el equivalente al nuevo valor del campo.
¿Es esto malo para el campo? Los demonizadores de la soja al leer esto ya deben estar pensando âvieron, la soja echa a las vacasâ.
Pero en realidad esta es una gran oportunidad para la ganadería. Como decíamos la semana pasada, la agricultura y la ganadería son el aprovechamiento eficiente de la cadena de la energía solar. Y mejorando la facturación (el dinero es una forma de acumular energía) seguramente el chararero que compró las 100 ha de Las Flores tendrá mejores oportunidades de desarrollarse en el agronegocio que aquel que necesitaba dos hectáreas de campo natural para destetar un ternero. Por favor, miremos el vaso medio lleno.
