“Además la información de los frigoríficos denotó una alta faena de vaquillona preñada. Hubo una gran liquidación de hembras, llegamos a 46% de participación de hembras en la faena cuando ya arriba del 40% indica liquidación. Tuvimos meses de pico de 48% y eso permitió un aumento de la faena y abastecer la exportación y el mercado interno sin que subieran los precios. También tuvimos una declinación de la producción de terneros por factores climáticos y porque la ganadería se corrió a zonas marginales. No hay una política ganadera de largo plazo como la tiene Brasil que le permitió aumentar el stock ganadero 3 veces en 10 años”.