La jojoba es un un cultivo sencillo que no necesita demasiado trabajo: se integra bien en zonas áridas y su semilla es muy resistente, puede almacenarse bien y aguantar sin condiciones específicas.
La producción de esta planta contribuye a mejorar el ambiente, ya que optimiza las zonas áridas gracias a su facilidad para adaptarse a los cambios climáticos, y su aporte para la industria es muy diverso: en carburantes, productos cosméticos, biodiesel, lubricantes, ordenadores, elementos en plástico, entre otros.
Quita de retenciones
Según difundió el sistema de consultas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), Argentina es uno los principales países productores de jojoba junto a Estados Unidos, Israel y Perú, y exportó 1.717.444 dólares entre enero y mayo de este año.
La provincia de La Rioja cultiva cada año unas mil hectáreas que producen entre seis y ocho mil toneladas según el año.
La vicegobernadora provincial, Florencia López, fue una de las principales impulsoras de la medida, que consideró “una respuesta concreta al reclamo de los productores y un reconocimiento al trabajo del jojobero“.
Asimismo, el representante de Agrinsa, Norberto Vinelli, destacó que la producción de jojoba “es fundamental para la provincia porque requiere mucha mano de obra y aporta muchos recursos a la sociedad riojana” y consideró que la quita de retenciones es “un apoyo a la producción”.
Su producción
La actividad de la jojoba se concentra fundamentalmente en el Bañado de los Pantanos en las cercanías de la localidad de Aimogasta y entre las principales firmas se encuentran Agrinsa, GSP, Olivos Argentinos, Semillera Riojana, San Feliciano, Tinocam, Talamuyuna, y El Retiro New.
Este cultivo tiene la capacidad de desarrollarse en regiones desérticas y áridas y con temperaturas elevadas con una media ideal entre los 20 y 35°C pero con resistencia hasta los 45°C.
Los principales importadores de este producto son Alemania, Francia, Japón y Estados Unidos, aunque también Egipto, China y otros países asiáticos realizan compras.
Aceite de jojoba
La gran mayoría de la producción de aceite de jojoba se destina a la industria de cosméticos, ya que el aceite de jojoba restaura el equilibrio de la piel y cabello por su elevado contenido de ceramidas que contribuye a controlar la producción de sebo y humedad, devolviendo la flexibilidad, suavidad y brillo a la piel y al cabello.
Sus propiedades
- Controla la producción de sebo y humedad
- Devuelve la flexibilidad, suavidad y brillo a la piel y al cabello
- Favorece el mantenimiento del cuero cabelludo
- Su capacidad seborreguladora es muy efectivo en las pieles mixtas o grasas y con tendencia acnéica
- Regula la pérdida de agua transepidérmica por lo que ayuda a prevenir las arrugas, mejorar la apariencia de las estrías, e hidratar la piel
Usos del aceite
- Desmaquillante: poner en un algodón unas gotas de aceite de jojoba. Elimina los restos de suciedad y maquillaje, y nutre la piel.
- Hidratante facial: aplicar por las noches después de la limpieza del rostro como un aceite hidratante de cuidado nocturno, especialmente para pieles grasas con tendencia al acné.
- Aceite para después del afeitado: se puede aplicar sobre la cara para ayudar a remitir el enrojecimiento y la irritación que aparecen después del afeitado, dejando la piel suave y protegida.
- Aceite corporal: aplicar diariamente sobre el cuerpo húmedo o seco, masajeando ligeramente hasta que se absorba completamente. Por su capacidad de regular el sebo, es recomendable como aceite corporal para personas con piel grasa o que presentan granitos, espinillas o puntos negros.
- Acondicionador para piel seca: para todo tipo de pieles y para las personas con la piel seca, el aceite de jojoba ayuda a mantener la piel hidratada, suave y protegida.
- Estrías del embarazo: el aceite de jojoba 100% natural se puede utilizar durante el embarazo para ayudar a la elasticidad de la piel y prevenir las estrías.