Un tipo de cambio más competitivo puede ayudar mucho a las economías regionales y sus exportaciones, que están pasando una complicada situación, y esa mejora impactaría positivamente en esas zonas.
Aunque la experiencia reciente de Brasil muestra que devaluó fuertemente –cerca de 70% en el último año– y sin embargo sus exportaciones se derrumban a un ritmo de 15%. Según la Cepal, Venezuela tendrá una contracción en sus envíos de 41%, Bolivia (-30%), Colombia (-29%), Ecuador (-25%), el Caribe (-22%), Perú (-16%), Argentina y Chile (-17%), Brasil (-15%), Paraguay (-14%), Uruguay (-12%).
Gran parte de la caída de las exportaciones de estos países son materias primas cuyo principal mercado es China o Brasil, como el caso de la Argentina. China es el segundo socio comercial de la región y además es el principal para Brasil, Chile o Perú, el segundo para la Argentina, Ecuador, Colombia y México. En el caso de Chile, depende del cobre, y la mitad de sus exportaciones son de este mineral. Si el precio de esa mercadería baja, es muy difícil compensar la caída con la mejora en otros sectores.
Para la Argentina, entre el complejo sojero y el automotriz, está casi la mitad de lo que vendemos al mundo. El primero con una enorme relación con China, y el automotriz, con una fuerte dependencia con Brasil. Este último país va a decrecer este año, y los pronósticos no son muy positivos para el próximo, mientras que los chinos se van olvidando de las famosas exportaciones“tasas chinas”, y habrá un nuevo techo al crecimiento, que esperan sea del 6,5%.
Por ejemplo, las exportaciones de México y América central tienen menores caídas debido a su significativa relación con Estados Unidos, cuyas importaciones se mantienen más fuertes que en otros países compradores.
El ciclo de superprecios terminó y no se repetirá en el futuro. Hay que acomodar la economía al nuevo escenario.
En ese marco, pensar que una devaluación logrará muchas más exportaciones sería un error, visto el comportamiento de las demás economías latinoamericanas.
Un tipo de cambio más competitivo puede ayudar mucho a economías regionales y ciertos sectores, pero gran parte de nuestras ventas externas –y de la caída de ellas– se justifica por el comportamiento de las economías de China y de Brasil.
Gentileza La Voz del Interior
