âNo se consigue gasoil por ningún ladoâ, decía esta semana un productor que está esperando tener humedad en el suelo para arrancar la siembra del maíz y enganchar después con la soja. âLo peor de todo es que tengo que salir a buscarlo yo, porque si lo tengo en el campo me aseguro que me vengan a sembrarâ, se lamentaba el chacarero.
La semana pasada para Infocampo lo decía muy claramente Jorge Lapeña, del Instituto Argentino de Energía Gral. Mosconi. Las refinerías están trabajando al tope de su capacidad, pero la solución que sería importar el faltante no cierra por la brecha de precios entre el mercado externo, vinculado al valor real del petróleo, y el interno artificialmente bajo, como si el barril siguiera costando 35 dólares.
En verdad, toda la alquimia de dólar alto y retenciones no cambió mucho la relación entre producto (granos) e insumo (gasoil).
Hoy hacen falta casi 300 kg de soja para comprar 100 litros del combustible, una relación promedio más o menos constante desde la salida de la devaluación.
Con dos productos de alta volatilidad, la peor relación se dio en 1998, cuando se necesitaban 398 kg de soja, y la mejor en 1996, cuando bastaban 100.
El problema actual es que la relación insumo/producto no es natural. Del otro lado de la frontera el gasoil se ubica entre 2,7 $/l (Brasil) y 3 $/l (Uruguay).
Si se liberara el precio del gasoil y éste trepara hasta esos valores, con una soja que sufre el 23,5% de las retenciones, harían falta casi 600 kg de soja para comprar 100 litros de gasoil. En cambio, si se liberara de los derechos de exportación a la soja, esa relación pasaría a ser de 450 kg de grano por 100 litros de combustible.
El otro problema es que si liberan, aunque sea parcialmente, el precio del gasoil, automáticamente la suba se va a trasladar al costo de las labores.
âEl contratista arrancó pidiendo 60 $/ha para sembrar la soja, pero ya me avisó que ese valor ahora es 65 $/ha y que puede ser más en función de a cuánto consigue el combustible, si es que consigueâ, comentaba un tercer productor. Respecto del precio al que se consigue, las opiniones son dispares. Hay quienes manifiestan que no hay sin importar el precio ofrecido, en tanto que otros hablan que en algunas estaciones se consigue a $ 1,65. Pero más allá de esta coyuntura la pregunta de fondo es cómo se desactiva la bomba de tiempo que es mantener precios que no se sinceran con la realidad del mercado.
