El Informe 2005 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) criticó fuertemente el actual sistema de proteccionismo comercial, que regula las relaciones entre los países ricos y pobres, además de condenar especialmente los subsidios agrícolas de las naciones más poderosas.
Para la organización, este dinero que los países desarrollados conceden a sus agricultores está totalmente malgastado y es un derroche. “Sólo con una fracción de lo que gastan los países ricos en subsidiar la sobreproducción de cultivos como el arroz y el azúcar, sería posible cubrir las necesidades para financiar los objetivos de desarrollo del milenio en áreas como la educación, la salud y el agua”, alertó el informe.
Por si esto fuera poco, la ONU denunció que “los subsidios de los países ricos no sólo desvían recursos sino que potencian la pobreza rural en las naciones pobres”.
El PNUD detalló la “lógica perversa” que sigue el actual sistema de subsidios, y que tiene un efecto multiplicador en los países pobres, que además del ingreso, pierden inversiones y empleo.
Algunos estudios indican que por cada dólar que se gastara en la economía rural de un país pobre, se generarían tres dólares a través de los mercados locales.
Esto significa que el costo real que está teniendo para los países en desarrollo el actual sistema de subsidios podría ascender a u$s 72.000 M por año, cifra equivalente a toda la ayuda oficial de 2003.
En opinión de la ONU, los grandes culpables de este sistema son EE.UU. y Europa, que se mantienen como los grandes productores agrícolas gracias a los impedimentos que ponen a los países pobres. Un ejemplo es la Política Agraria Común (PAC) de la UE, que gasta u$s51.000 M, es decir el 40 % del presupuesto comunitario, en subvencionar a un sector que sólo representa al 2 % del empleo.
Como muestra del “comportamiento irracional” de la PAC, el informe mencionó el caso del azúcar, al que la UE subsidia con más de u$s1.000 M y que genera un excedente de 4 M de t, que luego inunda los mercados mundiales y provoca la caída del 33% en las cotizaciones del producto.
“El resultado es que Europa es el segundo exportador más grande del mundo de un producto en el cual no tiene ventaja comparativa alguna”, sentenció la ONU.
EE.UU. también entró dentro de las políticas de “distorsión”, a partir de sus subsidios al algodón, que son de una “magnitud increíble”.
Sólo 20.000 agricultores de EE.UU. recibirán este año subsidios por u$s4.700 M.
Según el PNUD, la caída de los precios del algodón provocada por EE.UU. generó en Benin un aumento de la pobreza en el 2002, del 37 al 59 %. Todo un dato…
El Informe 2005 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) criticó fuertemente el actual sistema de proteccionismo comercial, que regula las relaciones entre los países ricos y pobres, además de condenar especialmente los subsidios agrícolas de las naciones más poderosas.
Para la organización, este dinero que los países desarrollados conceden a sus agricultores está totalmente malgastado y es un derroche. “Sólo con una fracción de lo que gastan los países ricos en subsidiar la sobreproducción de cultivos como el arroz y el azúcar, sería posible cubrir las necesidades para financiar los objetivos de desarrollo del milenio en áreas como la educación, la salud y el agua”, alertó el informe.
Por si esto fuera poco, la ONU denunció que “los subsidios de los países ricos no sólo desvían recursos sino que potencian la pobreza rural en las naciones pobres”.
El PNUD detalló la “lógica perversa” que sigue el actual sistema de subsidios, y que tiene un efecto multiplicador en los países pobres, que además del ingreso, pierden inversiones y empleo.
Algunos estudios indican que por cada dólar que se gastara en la economía rural de un país pobre, se generarían tres dólares a través de los mercados locales.
Esto significa que el costo real que está teniendo para los países en desarrollo el actual sistema de subsidios podría ascender a u$s 72.000 M por año, cifra equivalente a toda la ayuda oficial de 2003.
En opinión de la ONU, los grandes culpables de este sistema son EE.UU. y Europa, que se mantienen como los grandes productores agrícolas gracias a los impedimentos que ponen a los países pobres. Un ejemplo es la Política Agraria Común (PAC) de la UE, que gasta u$s51.000 M, es decir el 40 % del presupuesto comunitario, en subvencionar a un sector que sólo representa al 2 % del empleo.
Como muestra del “comportamiento irracional” de la PAC, el informe mencionó el caso del azúcar, al que la UE subsidia con más de u$s1.000 M y que genera un excedente de 4 M de t, que luego inunda los mercados mundiales y provoca la caída del 33% en las cotizaciones del producto.
“El resultado es que Europa es el segundo exportador más grande del mundo de un producto en el cual no tiene ventaja comparativa alguna”, sentenció la ONU.
EE.UU. también entró dentro de las políticas de “distorsión”, a partir de sus subsidios al algodón, que son de una “magnitud increíble”.
Sólo 20.000 agricultores de EE.UU. recibirán este año subsidios por u$s4.700 M.
Según el PNUD, la caída de los precios del algodón provocada por EE.UU. generó en Benin un aumento de la pobreza en el 2002, del 37 al 59 %. Todo un dato…
El Informe 2005 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) criticó fuertemente el actual sistema de proteccionismo comercial, que regula las relaciones entre los países ricos y pobres, además de condenar especialmente los subsidios agrícolas de las naciones más poderosas.
Para la organización, este dinero que los países desarrollados conceden a sus agricultores está totalmente malgastado y es un derroche. “Sólo con una fracción de lo que gastan los países ricos en subsidiar la sobreproducción de cultivos como el arroz y el azúcar, sería posible cubrir las necesidades para financiar los objetivos de desarrollo del milenio en áreas como la educación, la salud y el agua”, alertó el informe.
Por si esto fuera poco, la ONU denunció que “los subsidios de los países ricos no sólo desvían recursos sino que potencian la pobreza rural en las naciones pobres”.
El PNUD detalló la “lógica perversa” que sigue el actual sistema de subsidios, y que tiene un efecto multiplicador en los países pobres, que además del ingreso, pierden inversiones y empleo.
Algunos estudios indican que por cada dólar que se gastara en la economía rural de un país pobre, se generarían tres dólares a través de los mercados locales.
Esto significa que el costo real que está teniendo para los países en desarrollo el actual sistema de subsidios podría ascender a u$s 72.
000 M por año, cifra equivalente a toda la ayuda oficial de 2003.
En opinión de la ONU, los grandes culpables de este sistema son EE.UU. y Europa, que se mantienen como los grandes productores agrícolas gracias a los impedimentos que ponen a los países pobres. Un ejemplo es la Política Agraria Común (PAC) de la UE, que gasta u$s51.000 M, es decir el 40 % del presupuesto comunitario, en subvencionar a un sector que sólo representa al 2 % del empleo.
Como muestra del “comportamiento irracional” de la PAC, el informe mencionó el caso del azúcar, al que la UE subsidia con más de u$s1.000 M y que genera un excedente de 4 M de t, que luego inunda los mercados mundiales y provoca la caída del 33% en las cotizaciones del producto.
“El resultado es que Europa es el segundo exportador más grande del mundo de un producto en el cual no tiene ventaja comparativa alguna”, sentenció la ONU.
EE.UU. también entró dentro de las políticas de “distorsión”, a partir de sus subsidios al algodón, que son de una “magnitud increíble”.
Sólo 20.000 agricultores de EE.UU. recibirán este año subsidios por u$s4.700 M.
Según el PNUD, la caída de los precios del algodón provocada por EE.UU. generó en Benin un aumento de la pobreza en el 2002, del 37 al 59 %. Todo un dato…