La decisión acerca de si la Argentina debe producir biocombustibles o no, lleva cuatro años de indefinición. El diputado Romero introdujo el tema durante el año 2001, a través de un proyecto de ley que planteaba el corte obligatorio de la nafta con un 5% de etanol y el de gasoil con un 5% de biodiesel.
“El proyecto del diputado Romero está intentando, desde hace varios años, generar una conciencia en el tema de los biocombustibles”, comunicó Martín Fraguio “para que se empiecen a generar los primeros emprendimientos piloto y que haya una cierta obligación de cortar los combustibles”.
En el marco de este debate, los directivos de MAIZAR se presentaron en la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados porque la comisión había aprobado un dictamen de la Comisión de Energía, que eliminaba el etanol de maíz del régimen de combustibles alternativos.
En relación a esta decisión afirmó que “nos extrañó mucho y por eso fuimos a presentarnos a la Cámara de Diputados. Muchos diputados nos dijeron que ellos necesitaban la ayuda del sector privado, del sector agropecuario para convencer a todos en el recinto de la importancia que tiene una ley de biocombustible”.
Asimismo, el director de Maizar comentó que “hoy, el biocombustible más importante en muchos países del mundo es el etanol”. En el caso de Brasil se realiza en base a caña mientras que en Estados Unidos, Europa y algunos países de Asia se hace en base a cereales, fundamentalmente el maíz. “El volumen que se está produciendo en el mundo es enorme”, comunicó “y en Estados Unidos la tasa de crecimiento de esta industria es impresionante”. Así expuso que el año pasado se procesaron en este país 25 millones de toneladas de maíz, mientras que este año se procesarán 35. Informó que la Argentina produce 15 millones de toneladas de este grano, por lo que se estaría hablando de volúmenes significativos de transformación de maíz en etanol.
Por otra parte, Fraguio comentó que el factor determinante para el desarrollo inicial de estos biocombustibles fue el ambiental ya que, los combustibles fósiles, liberan carbono atrapado en la tierra y lo largan nuevamente a la atmósfera, lo que puede generar problemas ambientales graves como por ejemplo el calentamiento global.
“En el caso de los combustibles renovables producidos a partir de vegetales”, agregó “la planta de maíz captura el carbono del aire y después ese mismo carbono, cuando se transformó en etanol, se vuelve a quemar en un motor y se vuelve a largar al aire. Entonces el ciclo, desde el punto de vista del carbono en el aire, del calentamiento global, es neutro o casi neutro”.
En relación al proyecto del diputado Romero opinó que “no se sabe si en el futuro será el combustible o no, pero la realidad es que hoy el etanol es un hecho importante en muchos países y plantea una posibilidad de negocios muy importante para el sector agropecuario argentino”.
En este sentido, expuso que el entorno mundial sufrió muchos cambios a lo largo de éstos 4 años. “El precio del petróleo es otro y la disponibilidad es otra”, explicó. “Hay mucha gente que todavía se opone al tema en general de los biocombustibles, pero creemos que cada vez es más la gente que se da cuenta de que la Argentina tiene un perfil agroalimentario y que si además de agroalimentario puede ser agroenergético sería importantísimo para el futuro del país”.
Verónica Scornik
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