La fertilización azufrada en soja de primera se ha vuelto normal en algunas zonas. A pesar de esto es importante tener en cuenta algunas probables implicancias en función de la fuente y la ubicación de dicho fertilizante”, advierten los técnicos del INTA Fernando Martínez y Graciela Cordone en un trabajo aparecido en la sección “Lo importante hoy”, de Aapresid (www.aapresid.org.ar). Algunas de esas implicancia son:
l Este nutriente no es un producto para ser utilizado a la siembra. Necesita tiempo para ser oxidado a la forma en la que lo absorben las plantas, por lo tanto deben hacerse aplicaciones anticipadas. El color amarillento de la soja en estas parcelas puede tomarse como un indicador de que el fertilizante no fue absorbido.
l La disminución en el stand de plantas no afectó el rinde ni la respuesta al fertilizante aplicado. Durante el ciclo de crecimiento del cultivo las lluvias no fueron limitantes y el menor número de plantas emergidas se vio compensado por una mayor ramificación, o fue suficiente para el logro del máximo rendimiento en esas condiciones edafo-climáticas.
l El sulfato de amonio aplicado en la línea de la semilla produjo pérdidas significativas en el stand de plantas emergidas respecto de cuando fue aplicado “al voleo” o incorporado en forma lateral. Sin embargo, los rindes obtenidos con las 3 ubicaciones del fertilizante no difirieron entre sí. La disminución del stand por la aplicación en la línea podría haber sido compensada por un mejor crecimiento inicial de las plantas remanentes tal vez inducido por el N aplicado.
l Los resultados obtenidos en estos ensayos son válidos para las condiciones experimentadas; es necesario repetir esta experiencia para conocer su comportamiento bajo otras situaciones ambientales.