Un proyecto en la provincia de Buenos Aires apunta a producir 900 toneladas de frutillas por año a través del sistema de hidroponia en un total de 3,36 hectáreas distribuidas en tres naves invernadero.
Se trata de una iniciativa que lleva adelante ADBlick Hidroponia, que para concretarlo se unió a New Growing System (NGS), una empresa española que se dedica exclusivamente al desarrollo de nuevas tecnologías para la producción de cultivos.
La inversión total está estimada en US$ 3 millones, y lo interesante es que aquellos interesados en los agronegocios pueden entrar con un ticket mínimo de US$ 15.000. Una vez instalado el sistema, en seis meses se empieza a producir.
“El plan de negocios está estructurado a 10 años y la inversión se reparte entre capital de inversión (cerca de un 60%), y el resto de deuda con interés fijo y devolución a cinco años, lo que mejora el retorno de la inversión”, explicaron desde la organización.
Las ventajas de la hidroponia
La tendencia de la hidroponia crece a nivel mundial, dado que es un método de cultivo sin suelo que le brinda a la planta los nutrientes necesarios en cantidad y calidad mediante una solución nutritiva.
Algunas ventajas del sistema de producción son:
- Utiliza 90% menos de agua, lo que lo convierte en un sistema de producción sustentable
- Permite la producción cercana a los mercados, lo que reduce la huella de carbono
- Minimiza el uso de agroquímicos (elimina el bromuro de metilo)
- Permite obtener rindes hasta 10 veces mayores que la agricultura tradicional
- Minimiza el riesgo productivo, con el control de las variables de crecimiento
- Mayor calidad y uniformidad de la producción
- Crecimiento más rápido por la atmósfera controlada y la dosificación de nutrientes
- Permite la automatización y robotización de procesos
Según señalaron desde ADBlick, la elección de la frutilla tuvo que ver con que se trata de una fruta de precio superior, cuya diferencia en la calidad se puede apreciar fácilmente por parte del consumidor. A su vez, su consumo viene creciendo sostenidamente a nivel mundial a una tasa cercana al 5% anual.
Al mismo tiempo, las frutillas se encuentran en la parte superior del ranking Dirty Dozen 2019 de los Estados Unidos, que evalúa el uso de pesticidas en distintos productos. Con este sistema de producción se reduce hasta el 100% en el uso de herbicidas, 70% en fungicidas, 50% en insecticidas y del 45% en fertilizantes.
En la actualidad, China y Estados Unidos son los principales productores, aunque este último país cuenta con altas tasas de importación en la temporada de invierno/otoño, lo que lo convierte en un mercado interesante a contra estación.
José Demicheli, presidente de la compañía, destacó además que, a diferencia de otros proyectos de la empresa, la propuesta tiene flexibilidad. “Frente a cualquier cambio en el mercado de frutilla, podemos cambiar y producir otro producto, como por ejemplo, lechuga. Esto convierte a la inversión en un perfil de riesgo medio”.