Investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) obtuvieron pellet de compost, un biofertilizante logrado a partir del compostaje de residuos orgánicos y posterior pelletización con el objetivo de mejorar el suelo de los campos deportivos. El producto fue probado con éxito en la cancha auxiliar del club San Lorenzo de Almagro.
Luciano Orden, investigador del INTA de la localidad bonaerense de Hilario Ascasubi, trabajó en el desarrolló de tecnologías de vanguardia en el país, como una máquina removedora de compost, sensores que permiten producir enmiendas orgánicas a gran escala y el seguimiento del proceso a campo a través del envío de datos por telemetría.
Con esas herramientas logró optimizar el desarrollo del biofertilizante.
“Aún en fase de estudio, el pellet de compost tiene algunas ventajas sobre el compost tamizado que sale directamente del campo. Se aplica con las máquinas convencionales de fertilización, se incorpora mucha más cantidad de material orgánico por metro cuadrado, porque tiene menos humedad, se distribuye mejor, puede acopiarse y hasta es más eficiente de transportar en términos de logística”, explicó Orden.
“La producción de césped tiene un ritmo mucho más intensivo que las actividades agropecuarias tradicionales, quizás el más intensivo del planeta. Para lograr una alta velocidad de regeneración, se utilizan estrategias básicas como resiembras casi permanentes, la gestión eficiente del agua y la aplicación de un esquema de fertilización, rico en fósforo y en potasio para fortalecer los tejidos vegetales”, explicó Daniel Sposito, ingeniero en producción agropecuaria y asesor en campos deportivos.