Córdoba fue una de las provincias más afectadas por las precipitaciones de los últimos días. Según relata el productor y dirigente Diego Manavella a Infortambo, la zona comprendida entre Villa María y Etruria llovió 35 mm; al norte de Villa María superó los 100 mm y en algunas zonas por encima de los 250mm; al sur de Etruria y hasta el límite con la Pampa entre 80mm y 120mm.
“La producción sigue estancada por esta misma causa. Recordemos que en prácticamente toda la provincia los acumulados de los últimos 3 meses y parte de abril superan los 600mm”, señaló.
En La Pampa, Alfredo de Eléspuru nos cuenta que en la zona Quemu Quemu llovíó alrededor de 250 mm. “De los cinco tambos existentes, lamentablemente a Héctor Corral el granizo le destruyó totalmente el maíz que tenía para silo, a otros nos “peló” un poco de hojas del maíz, pero es tolerable”, señala.
Otro campo afectado fue el de La Estancia Sol de Mayo, al oeste de Quemu Quemu que sufrió una granizada que le barrió unas 800 hectáreas entre soja y maíz, desinado a abastecer el propio feetlot de 3000 novillos.
En tanto, Santa Fe es otra de las provincias más afectadas por las lluvias de finales de marzo, principios de abril. Según detalló la directora de Federación Agraria Argentina, Ester Fagiano, hay miles de hectáreas afectadas en Suardi, Monte oscuridad, San Guillermo, Colonia Rosa, San Cristóbal, Elisa, Curupaity, Monigotes, Ramona, Vila y Colonia Cello. “En dos días en muchas zonas alcanzó a llover hasta 400 mm. Tanto en zonas rurales como urbanas hay evacuados y el agua llegó a un metro de altura. Estamos sin caminos y ni hablar de los ripios, se los llevó el agua”, relata la productora.
“No se está pudiendo sacar la producción, hubo muerte de terneros ahogados y además ya se estaba sembrando las alfalfa imagínense qué puede nacer de esas semillas. Es incalculable las pérdidas en pasturas, reservas, sembrados, cosechas de maíz por levantar; y además de la muerte de los animales hay que sumarle la baja producción y el bajo precio ¿Si no nos alcanzaba antes ahora cómo vamos a enfrentar esto?
Por su lado, en Buenos Aires, el presidente de la Unión de Productores Lecheros de la Cuenca Mar y Sierras, Santiago Padilla señala que en La Pastora llovió 135 mm pero que en otras zonas de Tandil hubo lluvias más intensas durante el mes de marzo. “Algunos productores dicen que bajaron dos litros por vaca”. Otro tandilense, Diego Baudrix, afirma que su tambo no sufrió grandes daños con las últimas precipitaciones.
“El tambo están bien, por supuesto hay barro, este que es un tambo mixto (pastoril con encierre estratégico), estamos en un momento de encierre de lotes de alta y un turno de pasto en lotes de baja. El pasto muy bien planteado por el momento, falta mejor sol y temperatura”, explica.
En el campo, la lluvia registrada entre el 30 de marzo y 9 de abril fue de 120 mm, en la ciudad de Tandil las precipitaciones acumuladas superaron los 150 mm. Desde la localidad bonaerense de Henderson, partido de Hipólito Yrigoyen, el productor Manuel Pereyra nos cuenta que en la semana de lluvias cayeron 230 milímetros.
“Pese a que la lluvia es una bendición para el campo, lamentablemente llega tarde y junta, lo positivo es que se han recuperado las napas, y nos promete un buen otoño/invierno, lo malo en estas circunstancias son los pisos de los corrales, por más alternativas que tengamos la incomodidad de la vaca durante los próximos siete días será grande, comederos con barro, bebederos con pozos, maquinaria que sufre deterioro, costos extras de mantenimiento, y una baja de producción del 10% en relación al día anterior de la lluvia. La vaca come igual que siempre ya que el tambo no sale de los corrales”, detalla.