Poca a poco se van liberando los lotes, luego de la cosecha del maíz y la soja. Ahora, es el momento de encarar la siembras otoño-invernales. Bajo este contexto, los cultivos de servicios son una de las decisiones que emerge, como alternativa que aporta sustentabilidad.
Comúnmente, una asociación de especies de servicios (leguminosas y gramíneas) brinda beneficios complementarios al sistema. Para potenciarlos, hay que tomar decisiones que son estratégicas. Una de ella es la inoculación de la leguminosa que aumenta la fijación biológica de nitrógeno atmosférico, nutriente clave que para la rotación.
Un estudio realizado por la Regional Los Surgentes – Inriville (Aapresid), en Córdoba, demuestra que la inoculación de la vicia , como cultivo de servicio, con Rilegum Top (Rizobacter) mejoró significativamente el rendimiento del maíz tardío debido al aporte de nitrógeno que hizo la vicia, a través de la fijación biológica. Asimismo, los resultados finales a campo demostraron que los rendimientos de maíz sobre cualquiera de los antecesores con vicia fueron superiores.
Con la inoculación de Rilegum Top (Rhizobium leguminosarum biovar) quedó demostrado, además, que se registraron incrementos del 102,5% de producción de materia seca de la vicia inoculada respecto a la que no estaba tratada con inoculantes.
A partir de estos resultados, cabe destacar que si bien los efectos residuales del nitrógeno aportado por la vicia no son suficientes para sostener la producción máxima alcanzable de los cultivos sucesivos, implican dosis menores de fertilización a aplicar. Más allá de esto, el análisis económico a la hora de incorporar una vicia debe considerar el conjunto de servicios que brinda este cultivo, como el control de malezas, la reducción de la erosión, el aporte de carbono, entre otros.