Los creadores de esta iniciativa aseguran que e única en el mundo y es difícil encontrar datos para contradecir esta afirmación: se trata de un campo experimental ubicado en General Cabrera, al sur de Córdoba, donde apuntan a analizar la fisiología del maní y su respuesta al riego subterráneo, como parte integrante de un sistema de cultivos junto con los típicamente sembrados en dicha zona.
Cropmix LAB es su nombre y en la firma Prodeman, desarrolladora de esta idea, lo definen como un “showroom” de cultivos, porque “quien lo visite, va a ver algo similar a lo que tiene en su campo pero, con la opción riego”, explica Lorena Bricchi, integrante del equipo de producción primaria para el área de investigación y desarrollo.
En concreto, esta unidad de trabajo tiene 10 hectáreas, de las cuales ocho son con riego complementario y otras dos en secano, en espejo. Esto sirve para hacer comparaciones entre condiciones muy opuestas, sobre en una campaña como la actual, en que la sequía severa es el principal problema.
La superficie se reparte en dos módulos de soja (de primera y de segunda, por detrás de trigo), uno de maíz y otro de maní, cada uno de 2,5 hectáreas.
DATOS PARA EVALUAR
Según Bricchi, “es un campo de productor en miniatura y nosotros intentamos mostrar cómo se comporta la rotación más allá de la incorporación del maní, su estabilidad y los beneficios agronómicos globales de un sistema de cultivos”.
Asimismo, Cropmix LAB se considera un espacio colaborativo ya que Prodeman se encarga de la evaluación varietal de todos los materiales que siembra, su seguimiento y de obtener conclusiones, del resto de las soluciones tecnológicas que las proveen empresas “patrocinadoras”. Por ejemplo, Nidera, Stine, Bayer, BASF y Yara, entre otras.
“Los patrocinadores se encargan de los cultivos y de las soluciones tecnológicas que ofrecen para todos los cultivos de la rotación”, remarca la técnica. En el elenco de cultivos de Cropmix LAB también se incluye al trigo, como cereal de invierno. De acuerdo a Bricchi, al incorporar el riego, la siembra de invierno tiene mayor potencial de rendimiento versus la erraticidad de los resultados en secano.
EL POTENCIAL DEL RIEGO
Además de los comparativos de variedades, dentro de este campo, hay varios objetivos y retos sobre los que está avanzando Prodeman.
“El riego subterráneo complementario está enterrado a 40 centímetros de profundidad y se está evaluando el mejor distanciamiento entre cintras de riego a 1,2 metros versus 1,4 metros. También, en este momento del ciclo, estamos probando suministrar fungicidas con el riego para conocer el efecto del tratamiento en enfermedades clave que padece el cultivo”, señala.
Otro paso que están evaluando es trabajar en fertirrigación de maní o también en reciclar para riego agua residual que Prodeman utiliza en la industria.