Es un momento crítico para que algunas variables importantes se alineen y hagan de los trigales, plantíos de alto potencial. Entre ellas está la disponibilidad hídrica y también el estado sanitario.
Por ello, el experto en fitopatología del INTA Marcos Juárez, Enrique Alberione, despeja algunas dudas sobre lo que se está viendo en el lote. El diagnóstico y la correcta identificación de estas situaciones en el lote será la causa para la aplicación de fungicidas.
Los síntomas claros que muestran los trigos son tres:
- Amarillamientos: Asociados a los fuertes fríos registrados a inicios de julio, también a principios de agosto y septiembre. Alberione comenta que la intensidad de los daños está muy vinculado con la fecha de siembra, lotes tempranos contra fechas de implatanción más tardías. De acuerdo a su explicación, las heladas provocan un congelamiento del tejido foliar, a partir del agua retenida en él, con la consecuente deshidratación de los tejidos. Síntoma: amarillamiento en hojas superiores y de estrado medio.
- Tizón bacteriano: Muy asociado a la debilidad de los tejidos que dejó la helada, la bacteria Pseudomona synringae, habitante natural de la hoja, penetra el tejido, favorecida por la humedad y los días nublados, y comienza a generar la colonia bacteriana. Síntoma: Inicialmente, una clorosis, que luego se convierte en una mancha húmeda parda a grisacea.
- Roya anaranjada/amarilla: Se comenzaron a manifestar en las hojas. La amarilla provocando amarillamientos en las hojas, sobre todo, materiales susceptibles. Esta provoca parche o rodales en el lote, contrastando con el resto del cultivo. Síntomas: pustulaciones esporulantes amarillas en las hojas.
Mirá el video completo