El sector industrial neocelandés evalúa los daños tras los dos terremotos que este fin de semana afectaron a la Isla Sur de ese país, según indica un informe de Dary Reporter.
El primero fue a la medianoche este domingo (hora de NZ) con una magnitud de 7,8 y que provocós dos muertes, informó el primer ministro, John Key. Un día después, se registró en la misma zona un segundo terremote de 6,3.
El consultor de gestión de riesgos especializado en industria láctea, Charly Chai, dijo a la publicación FoodNavigator-Asia que aún es pronto para medir y cuantificar el impacto en las operaciones de la leche.
“El sistema de transporte sin duda recibió un impacto directo en algunas zonas. Esto podría traer complicaciones logísticas”, dijo. Se especula que los productores en algunas zonas de la Isla Sur tendrían problemas por daños a los sistemas de riego y en el abastecimiento de agua potable.
Fonterra tiene una planta a unos 65 kilómetros del epicentro del sismo. En un comunicado emitido este lunes la cooperativa dijo que todo su personal en Nueva Zelanda se encuentra a salvo y que no se registraron daños importantes en sus centros de producción. Sí se esperan algunas interrupciones en la recolección de leche debido a los cierres de carreteras y dificultades para acceder a los establecimientos.
El jefe del área de productores de Fonterra, Miles Hurrell, dijo que se podrà descartar leche en los establecimientos que se quedaron sin energía o a los que no se puede acceder para recoger la producción. “Estamos haciendo todo lo posible para recoger la leche inmediatamente”, dijo.
En el caso de la empresa láctea Synlait tampoco se registraron inconvenientes. La compañía informó que está trabajando con los afectados para coordinar ante cualquier dificultad.
El grupo Agricultores Federados de Nueva Zelanda (FFNZ) tiene una línea de ayuda para los productores que necesiten ayuda, incluido préstamos de generadores.