El día 6 de agosto durante un procedimiento de control sanitario el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) incautó aproximadamente 168 kilos de langostinos frescos descabezados. A posteriori labró las actas de infracción correspondientes para su desnaturalización y destrucción en bateas dentro del predio portuario.
Durante los habituales operativos de control que realiza el Senasa junto con Prefectura Naval, se identificó un vehículo que transportaba langostinos frescos descabezados sin las condiciones higiénico-sanitarias necesarias para el transporte de alimentos.
Para agravar la situación, los langostinos procedían de un buque fresquero sin las instalaciones adecuadas para desarrollar las buenas prácticas de manufactura, en otras palabras no apto para el procesamiento a bordo. Este tipo de embarcaciones cuentan únicamente con habilitación para captura y almacenamiento del marisco.
El producto elaborado bajo estas normas no otorga las garantías de inocuidad para el consumo humano y puede ingresar a un circuito informal de comercialización, transgrediendo las normativas sanitarias vigentes e incumpliendo del Decreto 4238/68 y el Código Alimentario Argentino.
Este tipo de controles son realizados con la finalidad de resguardar la salud de los consumidores, proteger a los productores responsables, salvaguardar la sanidad animal y preservar el medio ambiente.