El fin de semana dejó un fuerte saldo de pérdidas productivas y económicas en la localidad de Villa Regina, en Río Negro, en la zona de Alto Valle frutícola.
De acuerdo a la Cámara Frutícola Local, difundido por información Telam, unos 50 productores afectados por la contingencia climática que castigó el área frutícola con piedras que, según el INTA, son de grado 3 porque superan los 17 milímetros de diámetro. Asimismo, indican desde la Cámara, que el número de las hectáreas afectadas puede elevarse.
Tadeo Ballivian es asesor frutícola en la zona y dialogó con Infocampo. “Veníamos de una semana de temperaturas muy altas y con el ingreso de una masa de aire frío, desde el oeste, se formaron tormentas ‘graniceras’ y lluvias muy intensas. El granizo se concentró hacia la zona este de Villa Regina, el domingo, causando mucho daño en la fruta. Mientras que las lluvias fueron muy intensas hacia el oeste, pero el lunes”, comenta.
Los tiempos de la cosecha en la zona venían ajustados al calendario óptimo. Entre noviembre y diciembre se colectó la cereza, luego se avanzó sobre las variedades tempranas de duraznos y pelones y, esta semana, comenzaba firme la recolección de pera “Williams”, la variedad “estrella” de la zona, debido que ya lo autorizó el Senasa. También autorizado por el Servicio, pero a partir de fin de mes, comenzará a extraerse la variedad “Gala”.
“La verdad que me lamento por todos esos productores que el granizo malogró parte de la producción de pera y también parte de la producción de durazno. Estamos muy expuestos. La semana pasada tuvimos un día que vientos de 90 kilómetros por hora que, normalmente, favorece los incendios. Hubo chacras que se prendieron fuego, galpones que perdieron la fruta empacada, se incediaron tractores y casas de encargados…realmente es muy triste porque son todos productores de trabajo. Realmente, todos tenemos la sensación de que a los productores los necesitan para esquilmarnos financieramente y cuando pasan este tipo de cosas -por las incontingencias climáticas- no le interesas a nadie”, advierte, resignado Ballivian.