Mientras San Luis prohibió el ingreso de carne de cerdo proveniente de los Estados Unidos, el país del norte continúa demorando las importaciones de carne vacuna argentina, lo que generó reclamos por parte de la Mesa de Carnes al secretario de Agricultura, Sonny Perdue durante su visita a Buenos Aires.
Para Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), las problemáticas son similares.
“Yo mantuve conversaciones con el embajador de Estados Unidos por la carne bovina argentina, pero son temas políticos y llevan su tiempo. No tiene que ver con protocolos ni cuestiones sanitarias”, le explicó Pelegrina a Infocampo.
Según el dirigente rural, el retraso en la apertura del mercado tiene que ver con “la visión que tiene Estados Unidos respecto del comercio mundial, su posicionamiento y las internas que debe tener por parte de sus productores“.
“Así como San Luis decide cerrarse, en Estados Unidos pasará lo mismo. Ahí está el punto por el cual no se terminan de abrir las exportaciones, que es un reclamo que venimos sosteniendo permanentemente”, sostuvo.
De todas formas, Pelegrina dejó en claro que “no hay dudas” de que en algún momento se logrará. “Es un mercado importante, y a ellos también les interesa comerciar con nosotros y tener buenas relaciones”, aseguró.
“Un ida y vuelta”
Consultado acerca de su mirada acerca de las importaciones de carne de cerdo, que provocaron fuertes reclamos por parte del sector productivo, el presidente de la Rural consideró que “el comercio es de ida y vuelta”.
“Nos gustará menos que nos ingrese carne de cerdo, pero tenemos que entender que desde la competitividad que tengamos como país va a estar la limitación a que esas importaciones sean mayores o menores, por supuesto siempre manteniendo las condiciones sanitarias en todos los casos“, explicó.
En ese sentido, resaltó que “un país con maíz suficiente, que sabe trabajar y con la macro contenida, tiene que tener la competitividad suficiente para que no ingrese carne de otros lugares”. “Y si tiene que venir algún kilo de alguna especialidad lo tenemos que aguantar, porque el comercio es de ida y de vuelta”, reiteró.
“No hay que cerrarse, hay que estar abiertos a este mundo. Uno ve a veces grandes países que importan proporciones importantes de su producción o consumo y también exportan partes importantes, porque las reelaboran o porque les dan un proceso entremedio. Nosotros tenemos que ser inteligentes y no resistirnos automáticamente”, concluyó Pelegrina.